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Historia

El embrión de un pueblo

La actual ermita acoge festejos populares como el 'pancaritat' de hoy

Imagen de un ´pancaritat´ celebrado en Crestatx hace unos 40 años aproximadamente.

Miles habrán sido los poblers que a lo largo de los siglos -desde su fundación en 1285- han rendido visita a la ermita de Crestatx participando en celebraciones religiosas y populares que, lógicamente, han venido cambiando con el paso del tiempo, pero siempre con una devoción secular hacia la patrona que se venera en el oratorio, Santa Margalida.

Las dos últimas centurias, las celebraciones se centran, más bien en el popular pancaritat del martes de Pascua (hoy), el Dijous Llarder y, más recientemente en la festividad de Santa Margalida o el Crestatx Poètic.

No tantos miles serán los visitantes de este bello paraje que, durante su estancia en Crestatx, habrán visitado la ermita para honrar la imagen de su patrona Santa Margalida. Muchos menos serán los que se habrán parado a observar detenidamente el entorno exterior e interior del oratorio. Y muchísimos menos se habrán preocupado de conocer la historia que envuelve ese lugar tan emblemático, querido y respetado por los moradores de la antigua villa de Huyalfàs.

Orígenes

Son varios los historiadores que han dejado datos suficientes para conocer sus orígenes, su enclave, su entorno, los restos arqueológicos que alberga en sus entrañas, su ermita, sus primeros pobladores, la batalla librada el año 1522 en el Puig de Son Sabater, la devoción de los poblers por su patrona Santa Margalida.

Centrándonos en la ermita y basándonos en las informaciones, legado de historiadores como el vicario Joan Parera , el padre Josep Obrador, Mascaró Pasarius o el cronista de la Villa Alexandre Ballester, sabemos que "Esta iglesia de gusto arcaico y sencillo, fue la primera parroquia de sa Pobla, sirviendo de cuna a los fundadores de esta villa marjalera [?] Después de que el Rei Jaume II la hubo declarado villa real, entonces un caserío con aspecto de villorrio, empezaron a alejarse de Crestatx sus pobladores, en busca de tierras más fértiles y próximas a s'Albufera levantando un nuevo templo algo más lejos. Pero nunca olvidarían a su Santa Margalida estimada, que si antes únicamente presidía este receso de devoción, más adelante ampararía todo el término como patrona de sa Pobla de Vialfàs".

La iglesia de Crestatx aparece documentada en 1285, es por tanto anterior al establecimiento de la villa de sa Pobla. Aquel primer edificio formaba parte del conjunto de iglesias de repoblación que se levantaron poco después de la conquista catalana: Sant Miquel de Campanet, Sant Pere de Escorca o Santa Ana de Alcúdia.

La primitiva iglesia ofrecía una estructura muy simple; una nave única, rectangular, cubierta con artesonado de madera, que sería sustituido por un arco de cañón a finales de 1770 puesto que amenazaba ruina, pues siendo de madera, fácilmente desprendía goteras y acumulaba humedad que producía grietas en las paredes.

Obras

La campana de la espadaña fue sustituida en dos ocasiones, en 1791 y en 1911. En 1820, se iniciaron unas reformas de más envergadura. Y en 1894, por iniciativa del vicario Parera, se acordó ampliar el oratorio y se encargaron los planos a su paisano Miquel Alcover i Sureda, presbítero de Manacor, hermano de mossén Antoni María Alcover. Realizó las obras, que comenzaron en abril de 1895 y finalizaron el mes de septiembre de 1906, el maestro albañil Jaume Rosselló "Gris", con un coste total de 4.772 pesetas (unos 30 euros de ahora), según reza en una lápida de piedra de Santanyí instalada en el frontispicio de la ermita. Los materiales de construcción fueron aportados por la cofradía de Santa Margalida. En abril de 1907 se procedió a su "solemne bendición", fecha que hace suponer coincidía con las fiestas de Pascua. Ahora se han cumplido 111 años.

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