Este lunes tuvo lugar la segunda fiesta de Pascua que fue aprovechada por muchos vecinos de pueblos de la Part Forana de Mallorca para cumplir con la tradición de juntarse en una diada de hermandad en sus ermitas. Los pancaritats se sucedieron para compartir empanadas y robiols

Quizá el pancaritat de Muro fuera el que mayor expectación atesoraba debido a que los últimos años la tarde ha derivado en una fiesta alcohólica. Cabe decir que durante la mañana miles de personas acudieron a la ermita de Sant Vicenç en la que se celebraron actos diversos, amén de los religiosos, y la tradicional comida a base de paellas.

Para el regreso, el Ayuntamiento de Muro, había previsto un amplio dispositivo policial con refuerzos de Alcúdia y Santa Margalida para impedir el botellón. La zona de Santa Catalina Tomás se ha convertido en los últimos años en un lugar de tardeo.

La excursión de los vecinos de Andratx partió sobre las nueve, y una hora después desde s'Arracó. Los romeros fueron acompañados en todo momento por los xeremiers, hasta la Torre de Sant Elm. En el recorrido estuvieron presentes efectivos de la Policia Local y Protección Civil. Mosén Joan Bordoy ofició una misa en el oratorio de la fortaleza.

La asociación Caparrots de s'Arracó vendió numerosas empanadas y cocas, entre otros productos típicos, a beneficio de esta entidad cultural.

Los actos fueros organizados por la Concejalía de Cultura que dirige Anabel Curtó. La ballada popular, después de los actos religiosos, animó a muchos participantes en las puertas de la Torre.

Las buenas condiciones meteorológicas acompañaron la jornada donde algunos se atrevieron con el primer baño del año en el mar. La celebración de pancaritat es también el anuncio de la temporada en núcleo costero de Sant Elm donde este lunes se llenaron sus calles de visitantes.

Los de Pollença partieron muy pronto hacia la emblemática ermita que corona el Puig de Maria, un paseo que sólo se puede hacer a pie. Allí asistieron a la misa, oficiada por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull.

La ermita en ruinas de Crist Rei acogió a centenares de vecinos de Selva que, como en muchos otros lugares han ido sustituyendo las empanadas por paellas, lo que alarga la jornada.

Caimari organizó una gran paella popular en el área recreativa dels Fornassos. Se trata de un lugar muy próximo al pueblo por lo que el trajín fue constante durante toda la jornada

El lunes de Pascua, de buena mañana, los quintos de Campanet empezaron su recorrido por las diversas calles con la finalidad de recaudar donativos que les permitirán disfrutar en grupo de algunas cenas. Ante las puertas del Ayuntamiento procedieron al canto del primer goig. Posteriormente visitaron el convento de las religiosas y la rectoría. Vecinos del pueblo se dirigieron por la tarde a la zona de ses Fonts Ufanes en busca del pino que se cortó a golpe de hacha para después arrastrarlo hasta la explanada de Sant Miquel, donde muchos eran que esperaban la llegada del mismo así como la merienda que se ofrece de pan con arenques.

Antes de emprender camino en busca del mismo los jóvenes disfrutaron de una torrada organizada por la asociación "a Llengua Bona.

Los niños acompañados de sus padres, junto a jóvenes fueron quienes más disfrutaron en el arrastre. Este martes por la tarde volverá de nuevo la expectación con la escalada al pino enjabonado a fin de conseguir el obsequio de una lechona y un jamón.

En Felanitx, decenas de personas se concentraron desde las diez de la mañana en el Parc Municipal de Sa Torre para la novena edición del camino de ascenso al Puig de Sant Salvador, donde celebraron la habitual comida.