El complejo escolar entró en servicio en 1932. Curiosamente es obra del mismo arquitecto que diseñó el Fantasio, Guillem Forteza Piña. El recinto está formado por tres edificios de dos plantas cada uno sin que pertenezcan a ningún estilo arquitectónico en concreto. Su estado de conservación ha sido noticia durante los últimos años, hasta que el pasado septiembre Educación decretó su cierre cautelar. La casa del maestro es la que se encuentra en peor estado.