El actual rector de Alaró, Bartomeu Barceló, solo oficiará misa en los funerales en los que los familiares así lo soliciten. Y es que hace unos días se generó una agria polémica en la localidad del Raiguer cuando el párroco, por primera vez en los cinco años en los que ejerce de cura en el pueblo, no dio la eucaristía en un sepelio celebrado en la parroquia.

Esta decisión no ha sentado bien a un sector de la parroquia 'alaronera'. Vecinos de la localidad que no han querido dar su identidad han expresado su asombro ante este cambio repentino y han afirmado que "esto no puede hacerse, llegamos para consolar a la familia y las luces de la Iglesia ya estaban apagadas sin que se nos diera ningún tipo de explicación". Además, añaden que "es una falta de respeto hacia el difunto, si él era creyente deben darle una misa, aunque la familia no lo sea".

Por su parte, Bartomeu Barceló ha respondido que "la misa no es para los difuntos, es para los vivos, ya que el difunto está en manos de Dios" y añade que "la realidad es que actualmente tenemos un cristianismo más de costumbre o tradición que de convicción; las cosas se hacen por costumbre y un cristiano no es un costumbrista, sino un convencido; la fe es una cosa muy personal, íntima y muy fuerte y se debe decidir libremente y no por obligación. Yo no juzgo a nadie, sino que afirmo las cosas que se ven."

Reunión del Consell parroquial

Consell

Después de la polémica, el pasado lunes, tras un funeral en el que se ofició misa por petición de la familia, se convocó una reunión extraordinaria con el Consell, formado por diferentes personas que colaboran con la iglesia y por tanto con diferentes puntos de vista, en la que "se decidió que sean las familias que elijan lo que quieran hacer, pero con la condición de que se participe en la eucaristía". Durante esta reunión, el capellán quiso aclarar algunas cuestiones de la polémica y aseguró que "antes de hacer nada, lo consulté con el obispo Sebastià Taltavull y él me dio la oportunidad de hacerlo, a ver cómo iba: hacemos una lectura, unas plegarias y un padre nuestro, lo que no quiero es hacer es algo en vano", señaló.

El cura Bartomeu Barceló quiso ayer dar su punto de vista para que no se genere más polémica alrededor de esta cuestión. "Solo quiero poner las cosas en su sitio. La gran mayoría de gente no participa, no se santigua y no contesta a las plegarias; una Eucaristía es una cosa muy sagrada y muy seria que no es una costumbre ni puede serlo, la Eucaristía es una vivencia", apuntó.

"Un funeral no es una misa"

El rector de Alaró cree que hay que distinguir entre "hacer una cosa por costumbre o por decisión propia". "Así vino mi propuesta de hacer un funeral sin misa, por eso me informé y me documenté y quiero constatar que un funeral no es una misa, es una ceremonia o una plegaria para los difuntos, y la idea de que haya misa en los funerales es una costumbre". señala el párroco.

A su entender, "se puede hacer un funeral sin misa, ya que son cosas distintas, por supuesto que puede hacerse junto pero también puede separarse, como en los Sacramentos, cada uno es independiente, el bautismo se hace sin misa porque es autónomo, la confirmación lo mismo, es verdad que normalmente se hace con eucaristía pero también puede hacerse sin ella". "El perdón de los pecados, el acto penitencial, el sacramento de los enfermos, el orden sagrado o el matrimonio se pueden hacer con misa pero son independientes por si solos", añade Bartomeu Barceló.

De esta forma ha querido aclarar el párroco la controversia causada entre los vecinos, muchos de de los cuales se han posicionado a favor de la decisión del rector, mientras que otros se manifiestan totalmente en contra de que solo se haga eucaristía en los funerales por petición familiar.