Tras las intensas lluvias caídas el pasado fin de semana, que en Bunyola dejaron 59,7 litros el sábado y 64,8 litros el domingo, el Salt del Freu ha amanecido hoy con una crecida muy abundante del torrente del mismo nombre. Y, lo más llamativo, con su espectacular salto de agua, de unos veinte metros de altura, convertido en una catarata de agua a presión descendiendo a todo ritmo junto al antiguo molino, del que todavía se conserva parte de su estructura.

Se trata de una de las cascadas más fotografiadas y admiradas de Mallorca, a la que se llega después de una excursión de veinte minutos que arranca del punto kilométrico 8,5 de la carretera que une Bunyola y Alaró, poco antes de llegar a Orient.

El lecho del torrente atraviesa la finca del mismo nombre antes de convertirse en el torrent de Coanegra.