Manacor cierra el ejercicio presupuestario de 2017 con un superávit de más de diez millones de euros (10.643.400), correspondientes a la suma de la liquidación anual de las cuentas del Ayuntamiento, por una parte, y a la de los organismos autónomos dependientes por otra.

La alcaldesa Catalina Riera (El Pi) ha explicado que "si además sumamos este dinero a los que ya tenemos en las arcas municipales podemos decir que contamos con 38,5 millones de euros de remanente". "El buen trabajo de los técnicos y la gestión que hacemos nos ha permitido cumplir con las limitaciones presupuestarias, hacer inversiones y obras para mejorar todo el municipio", ha concretado por su parte la concejala de Economía Maria Antònia Sansó (PP).

Según informaron ambas la voluntad del equipo de gobierno es "utilizar parte de ese dinero para pagar las expropiaciones de zonas verdes que ya cuentan con sentencia firme, poder acabar con este problema histórico y pasar página de una vez, ha explicado la alcaldesa. Se trata de cinco sentencias firmes por las que el consistorio deberá abonar algo más de nueve millones de euros.

En este sentido "será importante el contenido del decreto del Ministerio de Economía que debe autorizar a los ayuntamientos para poder gastar el superávit de 2017 para el pago de obligaciones, com es el caso". Si eso no sucediera se activaría un plan alternativo, pagando el dinero de las expropiaciones y programando después un plan de ajuste para el ejercicio de 2019.

"Estamos dispuestos a pagar las zonas verdes que ya cuentan con sentencia firme aunque suponga incumplir la regla de gasto a la que nos obliga el Ministerio de Economía", explica la alcaldesa. Y es que "aunque tengamos que hacer un plan de ajuste presupuestario, podremos pagar las zonas verdes y al mismo tiempo seguir haciendo inversiones para poder mejorar el espacio público, los servicios municipales y, en definitiva, continuar con nuestro plan para mejorar ".

"Como alcaldesa sé que podemos hacer frente a este pago, creo que es de responsabilidad plantearlo, y entre todo el equipo de gobierno hemos decidido acabar con el problema histórico de las zonas verdes y hacer desaparecer esta espada de Damocles del municipio", ha concluido la alcaldesa Riera.

"Somos un Ayuntamiento saneado; hace años que no nos endeudamos, que pagamos a los proveedores en un máximo de diez días y que tenemos una salud económica envidiable", recordaba ayer el concejal Joan Gomila (AIPC-SyS).