Sóller rezumaba ayer a naranja en sus múltiples facetas. No era para menos en tanto que el municipio vivió el inicio de la duodécima edición de la Fira de la Taronja, que este año se avanzó a su fecha habitual para que coincidiera con la temporada de recolección de la fruta por excelencia del valle.

Las autoridades de Sóller y Fornalutx; el padrino de la feria, Pere Suau, y el galardonado con la 'Taronja d'Or' de este año, Franz Kraus, inauguraron una concurridísima feria que tuvo como principal aliado el buen tiempo, el sol y una temperatura que a mediodía se situaba por encima de los 20 grados. El tiempo primaveral, pues, animó a muchos sollerics y a numerosos visitantes a participar de una feria que quiere poner en valor el cultivo de la naranja y el limón que vuelve a estar de moda tras décadas de decadencia.

Y con el viento soplando a su favor, la naranja fue la protagonista absoluta de la jornada. Y lo hizo en múltiples facetas: zumos, dulces, confitada, en mermelada, al natural, en repostería, cócteles o en platos de cocina elaborada. En la plaza de la Constitución y en sus calles adyacentes se instalaron numerosos puestos de venta y degustación. Incluso se podían comprar naranjos listos para plantar en el huerto.

La jornada de ayer contó con muchas actividades paralelas para todos los gustos. Se celebraron conferencias, pasacalles de la batucada, actividades infantiles, demostraciones de cocina, un recorrido literario, música, tapas y pinchos, y la actuación en directo de varios grupos musicales.

La feria de ayer abrió un largo programa de actividades que se irán sucediendo a lo largo de las dos próximas semanas. A su vez, 17 restaurantes de Sóller y Fornalutx se han sumado a la muestra gastronómica ofreciendo platos elaborados con naranja.