El alcalde de Sóller ha reconocido que la masiva baja de ciudadanos del padrón municipal de habitantes es una consecuencia de la gratuidad del túnel, ya que muchos ciudadanos "se aprovechaban de la subvención para no tener que pagar el peaje".

Jaume Servera, que no puede cuantificar cuántas personas se habrían empadronado a Sóller de forma irregular (porque en realidad no vivían en el valle) desde el año 1997, fecha de inauguración del túnel, cree que este fenómeno se seguirá produciendo "a menor escala" en los próximos meses "porque todas estas personas que hasta ahora tenían su residencia ficticia en Sóller volverán a darse de alta en sus respectivos municipios tras la desaparición del peaje del túnel". Todo ello porque en tan solo dos meses Sóller ha perdido tanta población como en los cinco primeros meses de 2017. Tanto es así, que si en diciembre 64 personas tramitaron su cambio de domicilio fuera de Sóller, en enero la cifra se elevó a las 115, prácticamente el doble. Y el triple si se compara con la media de bajas mensuales que se registraron a lo largo del año pasado.

El primer edil asegura que "es difícil prever cuántas personas cambiarán de domicilio" ya que no existe ningún registro, aunque cree que la cifra irá disminuyendo a medida que vayan pasando los meses. Servera cree que estas personas son residentes en otros municipios pero que trabajan en Sóller, como profesores de instituto, maestros de la escuela de música, personal sanitario, funcionarios municipales o trabajadores del sector privado. Incluso vendedores de cupones prociegos, señala.

La disminución de vecinos que oficialmente vivían en Sóller no tendrá, según el alcalde, un efecto negativo en la economía local ni del ayuntamiento. "Es gente que habitualmente se desplaza de otros municipios a trabajar en Sóller, por lo que no pagan ningún impuesto aquí", señaló Servera, quien afirma que "solo se aprovechaban de tener el peaje gratis".

El aumento de la población

La población en Sóller ha crecido un 50% en los últimos 20 años, período que coincide con la apertura del túnel en 1997, ya que se ha pasado de los 10.515 a los 15.429 habitantes. Se trata de un hecho que puede atribuirse a diversos factores como la migración o el propio túnel. Los conductores de Sóller pagaban solo un 25% de la tarifa oficial del peaje, un coste que a partir de 2003 desapareció para aquellos residentes del valle que se abonaron a la subvención que otorgó el Govern hasta el levantamiento definitivo de las barreras.