Esporles ha rendido homenaje esta tarde a los represaliados Tomàs Segui Segui y Joan Cañellas Capllonch. El Ayuntamiento ha hecho entrega de los restos identificados entrega de los restos identificadosen la fosa de Porreres a sus familiares. En el caso del alcalde republicano Tomàs Segui ha asistido su hijo y sus nietos, que han venido desde Francia para no perder este momento tan especial. El hijo de Tomàs Segui se ha emocionado en diversas ocasiones y ha destacado que por fin su padre podrá descansar al lado de su madre. Después de toda una vida de incertidumbre, el hijo del alcalde ha apuntado que por fin se ha hecho justicia. Sus nietos también han querido despedirse de su abuelo y han destacado la valentía de Segui. Los nietos y renietos de Joan Cañellas también se han despedido de él con palabras de agradecimiento al Govern por entregarles sus restos.

Después la alcaldesa de Esporles, Maria Ramon Salas, ha puesto la vara del mando en la caja de la víctima y le ha colocado un cinturón también sobre la caja. "Creemos que era el cinturón que llevó puesto Segui durante su mandato en Esporles", explica Ramon. La alcaldesa ha señalado que gracias a Tomàs Segui la sociedad ha evolucionado hacia unos ideales democráticos y de igualdad.

Finalmente, los asistentes han repartido claveles rojos y los han dejado sobre la caja de la víctima. Unas 150 personas, entre vecinos y familiares, han asistido al último adiós de Tomàs Segui. Cabe destacar la presencia de Miquel Ensenyat, president del Consell de Mallorca y de Vicenç Vidal, Conseller de Medi Ambient, Agricultura i Pesca, entre otros.

Tomàs Sigui Segui fue proclamado alcalde de Esporles en 1931. Después de producirse el golpe de Estado en julio de 1936, el ayuntamiento se autodisolvió. Segui logró esconderse durante un tiempo gracias a la ayuda de los vecinos pero en 1937 fue detenido y posteriormente desapareció. Según explicaron sus familiares, después de ser detenido no dejaban que su mujer le visitara por las palizas que recibía por parte de los falangistas. Después desapareció.

Por su parte, Joan Cañelles Capllonch, casado y con hijos, fue detenido el 15 de diciembre de 1936. Las autoridades comunicaron a sus familiares que lo habían liberado en enero de 1937 pero nunca se le volvió a ver.