La zona rústica del municipio de Inca ha sido escenario de otro episodio de ataque de perros a rebaños de ovejas. En esta ocasión, el incidente se ha saldado con una oveja muerta y otros dos corderos heridos como consecuencia de la acción de un único perro.

Los hechos ocurrieron ayer jueves por la tarde, cuando Andreu Truyol, ganadero profesional y propietario de una finca ubicada en el camí de la Batalla de Inca, en el entorno de la carretera de Sencelles, recibió una llamada en la que se le advertía de que varias ovejas de su propiedad estaban sueltas por el camino, con el rebaño disperso como consecuencia del ataque de un perro.

El propietario comprobó que una oveja estaba muerta como consecuencia de las mordeduras y dos corderos presentaban heridas moderadamente graves, aunque el dueño confía en que sobrevivirán. Posteriormente, Truyol observó la presencia de un perro desconocido en una finca cercana, por lo que llamó al 112. Poco después, operarios de Natura Parc llegaron a la finca para llevarse al perro después de comprobar que tenía el chip identificativo.

Después apareció el dueño del can, que daba vueltas por la zona buscando al animal. El propio Andreu Truyol se encargó de informarle del incidente y de que su perro había sido llevado hasta las instalaciones de Natura Parc. El ganadero explica que el dueño del perro se comprometió a pagar los daños causados en el rebaño. El propietario de las ovejas le dijo que en caso contrario interpondrá la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.

Andreu Truyol ha lamentado los numerosos casos que se producen en la ´foravila´ mallorquina de ataques de perros a otros animales. "Es un tema difícil de solucionar, creo que depende de la conciencia de cada uno", ha apuntado en referencia a los propietarios de los perros que protagonizan los ataques. Cabe recordar que el pasado domingo se registró un caso más grave, también en el municipio de Inca. En esta ocasión, cinco perros de raza ´boxer´ atacaron a un rebaño de ovejas de una finca anexa con el resultado de once ovejas y cuatro corderos muertos. El propietario presentó la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.