De marcada tipología gótica y de planta cuadrada, la Torre del Palau de Manacor se encuentra dentro del catálogo de Bienes de Interés Cultural (BIC) y fichada por el Ayuntamiento desde 1998. Comprendida entre las calles Bosch, Amargura y las plazas Weyler y del Palau, la torre y su patio fueron retornados a manos consistoriales en el año 1991, tras años de vicisitudes que afectaron muy seriamente a su distribución interior (pasando de dos a tres pisos), y embaldosado y apertura de nuevas ventanas. También se modificó la cubierta, que el siglo XVII, con el traspaso de la propiedad a la familia Orlandis, pasó a ser a dos aguas.

Pero quizá el deterioro más flagrante fue cuando la Torre del Palau pasó a manos de Perlas Manacor (filial de Perlas Majorica), que incluso llegó a utilizar en los ochenta el bien patrimonial como simple almacén para sus productos.

Y es que Perlas Manacor realmente adquirió la Torre como simple gancho comercial. Estaba dentro de su edificio principal y tenía un atractivo histórico que parecía interesar. Pero lo que realmente pretendía la perlera era que se le permitiera abrir los domingos y burlar de esta forma las leyes franquistas que impedían bajo cualquier pretexto utilizar el día del Señor para el lucro comercial. Pero sí que permitían abrir una torre histórica, dentro de la cual se habilitó un pequeño museo... y también una puerta de entrada a una tienda de perlas que curiosamente estaba al final del recorrido.