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Movilidad

Los transportistas se quejan por las nuevas restricciones de paso en Sóller

Los conductores se ven obligados a dar un rodeo por el núcleo de Sóller para llegar a su destino

Restricción de paso. j.mora j.mora

El Ayuntamiento de Sóller ha cerrado al tráfico la calle de Isabel II a los conductores que no son de Sóller, por lo que la principal vía de entrada al casco urbano de la ciudad desde la carretera de Palma queda limitada a los "vecinos de Sóller", como reza un cartel.

La medida ha sido adoptada por el gobierno municipal tras la retirada del peaje del túnel de Sóller y con ella pretende evitar el "colapso" del centro de la ciudad con la llegada de visitantes fruto del levantamiento definitivo de las barreras del peaje. La limitación ha causado malestar y protestas entre los conductores. Especialmente entre los transportistas y los vecinos de Fornalutx, que son los más perjudicados por la medida.

Los transportistas que se dirigen a la zona de la plaza de la Constitución se ven obligados a dar un rodeo con sus furgonetas y camiones a todo el casco urbano de Sóller a través de los viales de Sa Figuera y el camí del Murterar, lo que ya ha generado embotellamientos en estos caminos debido a su angostura. La restricción también ha suscitado quejas entre los conductores del vecino municipio de Fornalutx, que también se ven forzados a desviarse por la carretera del desvío para coger una ruta alternativa para llegar a su destino. A pesar de la prohibición, muchos conductores se la saltan con el consecuente peligro de que puedan ser multados.

El malestar ha llegado a las instancias más altas de Fornalutx, ya que ayer su alcalde Antoni Aguiló se comunicó telefónicamente con el Ayuntamiento de Sóller para expresar su malestar con la medida que ha puesto en práctica el de Sóller. Por su parte, desde el Consistorio solleric informaron ayer que las restricciones establecidas la semana pasada no tienen fecha límite, por lo que el indicador que prohíbe la entrada de foráneos a Sóller por la calle Isabel II seguirá en vigor durante tiempo indefinido. Mientras, las críticas no dejan de arreciar.

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