El tanatorio municipal de Sóller ha tenido que reducir las incineraciones de difuntos a un tercio de su capacidad por problemas informáticos en los equipos de cremación que se vienen arrastrando desde hace meses. Las dificultades para realizar cremaciones han obligado a la Funeraria Municipal a reducir los servicios a solo los difuntos del municipio.

Según han explicado fuentes municipales, el equipo informático que gestiona las cremaciones que se realizan en el tanatorio arrastra problemas de configuración. Esta situación obliga a los técnicos a tener que activar el crematorio de forma manual ante la inestabilidad del sistema informático que falla constantemente y a realizar un seguimiento continuado del proceso de cremación.

Los fallos informáticos han tenido como principal consecuencia la drástica reducción de los servicios de incineración de difuntos. Tanto es así que el Ayuntamiento ha dado instrucciones a la funeraria pública de solo incinerar los restos humanos de difuntos naturales del municipio, con el fin de reducir la actividad hasta que el horno vuelva a estar en condiciones de incrementar su actividad. Los fallos informáticos se vienen arrastrando desde hace tres meses.

La reducción de los servicios de cremación supondrá una merma en los ingresos de la Funeraria Municipal de Sóller, puesto que dos tercios de las cremaciones provienen de difuntos de otros municipios. Ello se debe a la saturación que registran las instalaciones de cremación que hay en otros cementerios de la isla. En el año anterior, las instalaciones de incineración de Son Sang realizaron 120 cremaciones, de las que poco más de 30 eran personas naturales del municipio. Con una inversión cercana a los 40.000 euros, las instalaciones de cremación fueron equipadas hace menos de un año con un nuevo sistema informático de gestión de las incineraciones completamente automatizado y digital que permite su telegestión.