Por segundo año consecutivo los moteros de Mallorca se reunieron en Porreres para celebrar un festivo y emotivo fin de año motero con bendición para todos los participantes por parte del rector, mossèn Sebastià Salom, y a su vez una plegaria en recuerdo para todos los moteros fallecidos durante el 2017.

Los cerca de 200 participantes (un centenar de motos desplazadas hasta la localidad de la comarca del Pla) comieron las uvas al son de las campanadas del reloj de la iglesia parroquial de la Mare de Déu de la Consolació y luego tras una miniruta motera se dirigieron a un restaurante para comer todos juntos.

De esta forma se consolidó un evento que a buen seguro vivirá su tercera edición el 31 de diciembre de este 2018. No en vano, con esta convocatoria, la familia motera se ve las caras y disfruta de un encuentro cuyo escenario principal, en el interior de Mallorca, resulta idóneo. Además hay buena sintonía con el rector local. Incluso éste, el pasado domingo, les comentó sus desplazamientos en moto cuando ejerció de misionero en Burundi.

Protección

El encuentro en Porreres espera la finalización de la misa dominical de la mañana. El rector procede a la bendición, en el exterior del templo, para protegerlos de accidentes y, finalmente, se celebra el momento culminante: tomar las uvas al ritmo marcado por las campanadas al mediodía.