El Dijous Bo es la única feria de Mallorca que posibilita que una ciudad del interior de Mallorca como Inca pueda rezumar aroma marinero. Y es que después de varias décadas, el mundo del mar volvió ayer a tener un espacio propio en la feria más importante del otoño mallorquín.

La muestra marinera, bautizada con el ocurrente juego de palabras 'Dijous la mar de bò', se instaló en la calle de Artà, en la parte baja de la Plaça Mallorca, una ubicación que favoreció la visita masiva de gente durante toda la jornada, atraída por las espectaculares barcas que estaban expuestas y por los diferentes estands que comercializaban productos relacionados con la náutica y ofrecían información sobre diversas actividades vinculadas a los deportes marítimos como la pesca o el remo con canoas.

La primera muestra marinera de esta nueva etapa del Dijous Bo fue posible gracias a la colaboración de diversas entidades e instituciones públicas como la Associació d'Empreses Nàutiques de les Illes Balears, Ports de les Illes Balears, el departamento de Medio Ambiente del Consell de Mallorca y la federación de Joves Navegants.

La escola-taller de 'mestres d'aixa' del Consell de Mallorca mostró a los visitantes los diferentes pasos para la construcción de un bote típico mallorquín.

Exposición de un bote

El bote 'Cabrera' estaba expuesto en la muestra para que el público pudiera verlo de cerca y comprobar cómo los 'mestres d'aixa' trabajan con sus herramientas. En un panel se presentaba toda la secuencia de la construcción: desde los planos y la plantilla hasta el producto final, pasando por la maqueta.

Pep Florit, 'mestre d'aixa' del taller del Consell, explicó que el 'Cabrera' tiene un hermano gemelo que, a diferencia de este, se dedica a navegar con vela latina, mientras que el que estaba expuesto ayer en Inca solamente se utiliza para tareas divulgativas.

Los políticos escucharon con atención las explicaciones de Florit e incluso se atrevieron a coger las herramientas para ejercer de 'mestre d'aixa' por un instante, aunque fuera solo para la foto.

Posteriormente visitaron los diferentes estands presentes en esta primera edición de 'Dijous la mar de bò' como el de la cofradía de pescadores o el de otras empresas náuticas que trasladaron algunas de sus embarcaciones a motor más vistosas hasta la capital del Raiguer. Eran muchas las personas que se subieron a alguna de ellas para fotografiarse.

Además, los niños y niñas también pudieron divertirse en un juego de pesca que al mismo tiempo ofrecía información sobre las principales especies de pescado 'roquer' del Mediterráneo.

A media mañana estaba prevista la actuación del Capità Flexes, un viejo marinero que contó fantásticas historias del mar a los más pequeños.

La muestra marinera acercó ayer el mar a la capital del Dijous Bo, una experiencia que en principio ha vuelto para quedarse.