El Institut Calvianer d'Esports (ICE) negó ayer con rotundidad que exista una relación entre las lesiones de jugadores en el campo municipal de fútbol de Son Ferrer y el "supuesto" mal estado del terreno de juego, en respuesta a la información publicada por este diario a partir de quejas expresadas por usuarios de la instalación.

El ICE, que se encarga de la gestión de todas las instalaciones deportivas del municipio, señala que, desde que "uno de los clubes" del término que utiliza este campo de fútbol protestó por estas deficiencias, se ha estado en contacto con ellos para solucionar los "supuestos problemas". Eso sí, en una de estas reuniones, a la que asistió un técnico especialista en césped artificial, éste llegó a la conclusión de que debía hacerse una actuación para mejorar la estabilidad del terreno de juego, a través de la "descompactación del caucho" que sirve como base y su cepillado posterior.

"En estos momentos, estamos gestionando la contratación de estas actuaciones", reconoce el ICE, que agrega que la calidad del terreno de juego fue puesta a prueba cuando se instaló el nuevo césped artificial a través de unos ensayos realizados por el Instituto de Biomecánica de Valencia, en marzo de 2017. Todos los parámetros resultaron normales, menos el que medía la superficie, revelando una "pequeña desviación".

Tras rechazar con firmeza que las lesiones sean consecuencia de posibles irregularidades en el césped artificial, el ICI asegura que ofreció a uno de los clubes que utiliza la instalación la posibilidad de jugar en otro campo hasta que se hicieran pruebas.

"El club declinó el ofrecimiento, alegando que en los entrenos no se han producido lesiones y que de los cinco lesionados sólo hay uno es que es del club local", refiere este organismo municipal. Los otros dos clubes que usan el campo no se han quejado formalmente, señala el ICE.