El Táser es una pistola que origina descargas eléctricas. Ocasiona aturdimiento en la persona a la que se dispara. Otros efectos son mareos y contracciones musculares. Actualmente, su uso está permitido en decenas de cuerpos policiales de municipios españoles.

Pese a que se les considera una alternativa "no letal" a las armas de fuego, se les ha asociado a veces con episodios que han desembocado en muertes.

Uno de los casos más mediáticos fue el del ex futbolista británico Dalian Atkinson, que jugó en clubes como la Real Sociedad. En 2016, murió tras ser disparado por la policía inglesa con una pistola Táser. El arma eléctrica fue utilizada después de que los agentes recibiesen el aviso de que había un incidente en la localidad inglesa de Telford.

Recientemente, sindicatos policiales reclamaron a nivel estatal que se permitiese el uso de este tipo de armas en zonas fronterizas como Melilla, a fin de poder neutralizar a sospechosos. Según argumentó el Sindicato Unificado de Policía (SUP), se trata de un sistema empleado por otras policías europeas que ayuda a los agentes a reducir a detenidos, garantizando la integridad de los agentes.