Un grupo formado por unos cincuenta padres, abuelos y alumnos de la escuela de Caimari ha llevado a cabo esta tarde una cacerolada ante la Casa Consistorial de Selva. Los progenitores se concentraron en protesta por la falta de una escuela nueva para su pueblo. Caimari es uno de los núcleos históricos que componen el municipio de Selva.

Los padres y alumnos se han congregado a partir de las seis de la tarde en la plaza mayor.han comenzado la sonora cacerolada pocos minutos antes de que se diera inicio al pleno consistorial. La algarabía era tan intensa que el alcalde, Joan Sastre (El Pi), ha tenido que alzar la voz en varias ocasiones porque no se podía entender su intervención inicial en la sesión.

Catalina Bernad y Maria Socias, expresidenta del AMPA y actual presidenta respectivamente, manifiestan que el motivo de la concentración “es la indignación que sentimos tras 10 años de lucha para conseguir una escuela digna”.

El alcaldeha declarado a DIARIO de MALLORCA que eniende a los padres “porque se les han hecho muchas promesas. Para nosotros es una situación heredada y estamos trabajando en ella”. Ha puntualizado que “los niños de Caimari están escolarizados, y de forma digna, en el rehabilitado convento de las monjas y se está rehabilitando la escuela vieja para que albergue una escuela infantil”.

Sin embargo, los padres insisten en que “es cierto que están escolarizados, pero a costa de perder la casa de cultura, la biblioteca y otros servicios”.

El alcalde asegura que “ se está trabajando intensamente y si se cumplen los plazos previstos podrán comenzarse las obras en el año 2019”. Sastre ha dicho que se ha localizado un solar “que pertenece a una sociedad. Se tiene que hacer una segregación y tramitar el Interés General. Todo esto lleva sus trámites, pero no lo estamos dejando de mano”.

Los padres sostienen que “resulta curioso que ahora el alcalde diga que todo se está acelerando. Hace una semana nos negaron una reunión. Hoy, con la cacerolada anunciada, nos han convocado para mañana a las 15 horas”.