Son Macià, en el municipio de Manacor, cumplirá en 2019 cien años como núcleo poblacional. Un siglo que, junto al nuevo colegio público Mestre Pere Garau (cuya reconstrucción se inauguró hace apenas diez días), contará con otra gran obra: la remodelación integral de la plaza, el eje central del pueblo. Con un presupuesto de 200.000 euros, el espacio será completamente reformado para, por un lado eliminar cualquier barrera arquitectónica, y por otro, para anteponer al peatón al paso continuado y peligroso de vehículos.

El concejal responsable de Son Macià, Miquel Perelló, recuerda que este es un proyecto, que está dentro de la partida municipal para inversiones sostenibles, "ha sido consensuado con la asociación de vecinos y cuenta con un gran apoyo popular, por lo que quiero dar las gracias a todos por su colaboración".

Y es que la obra no será sencilla. Se trata de un nuevo concepto de plaza, diseñada por el arquitecto local, Sebastià Berga, que quedará dividida en tres partes diferenciadas: una zona infantil con hierba natural y de juegos de madera, otra con una gran pérgola de materiales naturales y bancos para resguardarse del sol, y un tercera más diáfana para los eventos populares, tales como conciertos, foguerons o como espacio público para las terrazas de los distintos bares cercanos.

Paralelamente y para disuadir el tráfico rodado, las calzadas laterales menguarán a la mitad, de seis a solamente tres metros de ancho, lo que hará que sean de un solo sentido y sin plazas de estacionamiento. Para reafirmar esa misma idea, se eliminarán el asfalto de los viales y los actuales escalones para que toda la plaza y sus aledaños queden al mismo nivel, y quede adoquinado de forma que no haya diferencia de materiales.

Habrá tres espacios bien diferenciados, todos ellos adoquinados. ajuntament/s. sansó

"Se trata de crear una plaza para la gente, para que los niños puedan jugar con seguridad y para tratar que la circulación vaya por la carretera de Calas de Mallorca y otras calles paralelas", explica Perelló. De hecho la plaza de Son Macià, permanece cerrada al tráfico rodado durante todo el periodo de vacaciones escolares, lo que ha dado unos muy buenos resultados sin causar perjuicios a los conductores.

Cada uno de los laterales longitudinales, además, estará separado de la nueva calzada por plantas y elementos naturales, que al mismo tiempo darán colorido y calidez al espacio. Mientras que los laterales del supermercado y la iglesia pasarán a ser zona para peatones, con lo que la plaza incluso ganará en superficie.

Se mantienen las dos farolas

Pero también habrá elementos característicos de la actual plaza que se van a mantener, como son las dos grandes farolas centrales, que una vez restauradas volverán a ser colocadas pero en un lugar diferente; o un círculo central reutilizado del material actual.