-¿Cómo fue su experiencia como modelo?

-Era un miércoles cuando una chica de una agencia me vio y me preguntó si me podía hacer algunas foto, obviamente le dije que sí y esa misma semana las envió a la agencia de modelos Kult Model Agency de Hamburgo. Me llamaron y me preguntaron si el mismo sábado podía estar allí. Tenía 25 años, era muy joven y no sabía muy bien de este mundo. Así que hice las maletas y me fui a Alemania, me instalé en una casa de un músico retirado alemán que me puso la misma empresa. Cada día hacíamos sesiones de fotos tanto en exterior como en interior, la chica con la que me fui me hacía de traductora ya que no sabía inglés y menos alemán. Al final hice algún anuncio y salí en una revista italiana. Estaba en una agencia, todo pagado, tenía fotógrafos, estilistas y claro, en ese momento, me sentí especial.

-¿Por qué decidió volver?

-Me quedé allí un tiempo pero, sinceramente, me agobió la ciudad, las dietas, el gimnasio, el protocolo y las sesiones de fotos. Aunque cumpliera con la dieta que me ponían pasaba tanta hambre que cuando salía me iba a Can Manolo, un restaurante español de Hamburgo y comía lo que quería. Al cabo de un tiempo cogí billetes y volví, me ofrecieron trabajar en Mallorca como modelo por si me sentía más cómodo y lo intenté. Hice sesiones de fotos para un fotógrafo de Milán, pero tampoco era lo mío. Cuando me adentré en el mundo del campo me volvieron a llamar para hacer un par de cosas del mundo de la moda pero no quise mezclar ous amb caragols, quería dedicarme a mi profesión y hacerlo lo mejor que sabía.

-¿Cómo fueron sus inicios como campesino?

-Volví a Mallorca y me fui a vivir a Asturias, monté un negocio ahí y también me dedicaba a montar a caballo de salto y cuidarlos. Finalmente decidí asentarme y vivir en Mallorca, no sabía a qué dedicarme, aunque tenía claro que era algo relacionado con la agricultura y la ganadería, ya que siempre me han gustado los animales, la naturaleza y el campo. Después de hablar con amigos que se dedicaban a este gremio, me tiré a la piscina. Conseguí cuidar una finca bastante grande, luego invertí en maquinaria y me puse como joven agricultor. Cuando te metes en este mundo es un no acabar, alguien te ofrece una finca, tú buscas otra, empiezas con treinta cuarteradas y terminas con 150.

-¿Qué le llamó la atención del mundo del campo?

-Cuando yo empecé no había muchos jóvenes que se dedicaban a esto, tenía un amigo campesino y fue él quien me dio muchos consejos ya que en mi familia nadie se dedicaba a esto. Cuando entras te das cuenta que es complicado, es un mundo que si no te gusta no pintas nada ahí. No conoce de sábados, domingos, festivos ni de horas. Hay que crear una empresa, invertir en maquinaria, buscar propietarios de fincas que te dejen cultivarlas, cuidarlas y así poder llevarte el fruto y el beneficio. Cuando llegó la crisis hubo más competencia ya que mucha gente se tiró al mundo del campo. Ahora que nos vamos estabilizando buscan dedicarse a otras cosas.

-Además de agricultor y ganadero, compite como pastor...

-Trabajo tanto que quise encontrar tiempo para mí y desconectar. Quería buscar un hobby, me llamó la atención el de pastoreo y me apunté a concursos. Ahora mismo estoy compitiendo en la ABCT, que es la liga española de pastores y también compito en la balear. Hace poco volví a Asturias y quedé el número 13 de 33 perros en la clase 1. Compito con mi perra Lamby, la traje de Inglaterra hace dos años y como es inglesa, le doy las órdenes en inglés.

-¿Es complicado este trabajo actualmente?

-Me he reivindicado en redes sociales por los ataques a mis animales. Durante el último año he recibido ocho ataques de perros que me han matado unas cien ovejas. El gobierno ayuda con subvenciones pero nada más, yo preferiría que se pagara el producto que yo vendo al precio que me corresponde a que nos den subvenciones. Tienes que comprar el grano para sembrar y pagarlo al momento y claro, cuando tú vendes tus ovejas o las almendras te las pagan en un mes y al precio que ellos quieren, no al que se estipula.

El joven mallorquín, en una imagen de su paso por el mundo de la moda.

-¿Cree que la gente y el gobierno valoran esta profesión?

-Creo que la gente de Mallorca debería tener más conciencia sobre lo que tenemos. Por ejemplo, los alemanes o los ingleses vienen a ver florecer los almendros, esta gente valora el trabajo que hacemos y el producto que vendemos. Incluso hay días que se paran para hacernos fotos. Un porcentaje muy elevado del almendro de Balears se exporta a Alemania y nosotros nos comemos las que provienen de California, y con las ovejas pasa exactamente lo mismo, ya que las que tenemos aquí no abastecen para todos. Nos importan ovejas del exterior y el precio de las nuestras baja. A raíz de reivindicarme, de luchar por mis ideales, por el mundo en que trabajo y mi manera de pensar, denuncié en un periódico los ataques hacia mis animales. Vino un programa a hacerme una entrevista ya que les llamó la atención lo del modelaje y mis trabajos tan contradictorios y luego ya me llamó 'Uep, com Anam?' Vinieron a visitarme dos veces; una a ver mi trabajo y la otra cuando esquilábamos las ovejas.

-¿Cómo ve su salto a la televisión?

-Al día siguiente de nacer mi hijo me ofrecieron presentar el programa junto con Toni Ballador y tuve un regalo por partida doble. Cogí la oportunidad, porque es a lo que me dedico, quiero enseñar nuevas maneras de hacer agricultura, conocer gente del gremio, creo que puedo aprender muchísimo y quiero dar a conocer a la gente lo que realmente hacemos y creo que el medio visual es el mejor medio para demostrarlo. No me lo esperaba, de hecho, no soy periodista ni presentador ni me he dedicado al mundo de la comunicación pero estoy muy agradecido por ello y me siento muy afortunado por poder trabajar en una cosa tan nuestra.

-¿Cuáles son sus planes de futuro?

-No creo que dentro de unos años esta profesión sea la misma que ahora, creo que simplemente trabajaremos para tener las fincas cuidadas. Me gustaría que hubiera menos asfalto y más campo, vivir a diario y dedicarme siempre a esto.