Salir de Sóller fue una odisea ayer por la mañana. La avería de un autobús de línea obligó a cortar el carril del túnel en dirección a Palma durante más de tres horas. Decenas de conductores tuvieron que dar media vuelta o utilizar rutas alternativas -el Coll o la carretera de Deià y DeiàValldemossa- para salir de la Vall. El vehículo colectivo quedó bloqueado cerca ya del peaje, dejando tras él un gran reguero de aceite a lo largo de varios kilómetros. El bloqueo de la calzada se demoró por la complicada operación para retirar el autobús y los trabajos de limpieza del asfalto. El vehículo, según informó el Govern, tiene una antigüedad de cinco años y ha pasado las revisiones oportunas. La Guardia Civil de Tráfico trató de regular la circulación en los accesos al túnel para minimizar el colapso.

El incidente se produjo hacia las nueve y media de la mañana, informaron fuentes de los servicios de emergencias y de la empresa que explota el túnel. El autobús de la línea 211 de Transports de les Illes Balears (TIB) había salido a las nueve del Port de Sóller con destino a Palma. Llevaba a 50 pasajeros a bordo. Ya en el túnel, el conductor detectó una grave avería y finalmente detuvo la marcha cuando se encontraba a unos 250 metros de la salida sur, la del peaje. El automóvil, un Iveco Tata de la empresa Autocares Mallorca S.L., que explota el servicio público entre Palma y Sóller, tiene cinco años de antigüedad y había superado todas las revisiones técnicas, según informó la conselleria de Territori, Energia y Mobilitat.

El autobús quedó parado y el conductor avisó de inmediato de lo ocurrido. Los servicios de emergencias y el personal de la concesionaria del túnel, responsable de la seguridad en la vía, se movilizaron enseguida. Los 50 pasajeros continuaron con la ruta prevista en otro vehículo que la empresa envió desde Sóller.

Al parecer, la avería se produjo en el motor del autocar. Durante su recorrido por los más de tres kilómetros del túnel antes de detenerse, el vehículo dejó un importante reguero de aceite sobre el asfalto. Ante esta situación, la empresa decidió cerrar completamente el tráfico en el túnel en dirección a Palma. El colapso en la boca norte, la salida desde Sóller, fue automático. Decenas de conductores que pretendían abandonar la Vall quedaron atascados y las retenciones se extendieron por la carretera de salida del pueblo. La Guardia Civil de Tráfico se movilizó para desviar los vehículos por el Coll de Sóller.

El cierre parcial del túnel se prolongó durante algo más de tres horas. Según explicaron fuentes de la empresa concesionaria, en estas situaciones es "inviable" por razones de seguridad el tráfico alterno para permitir el paso en ambas direcciones. Una gran grúa acudió al lugar para retirar el autobús averiado. Tuvo que acceder al túnel y recorrer más de 200 metros marcha atrás, lo que complicó y dilató la operación. Durante unos minutos, también el tráfico en sentido a Palma quedó cortado. Mientras tanto, los propios trabajadores de la concesionaria del túnel se afanaban en retirar los restos de aceite vertidos y limpiar la calzada.

Finalmente, pasadas las doce y media del mediodía la carretera quedó completamente reabierta a la circulación.