Fornalutx ha celebrado esta mañana su primer correbou siguiendo las normas de la recién estrenada Ley de Protección animal de Baleares: con un toro manso, ensogado a una única cuerda atada a un cabestrillo y sin sacrificio final. Sin embargo, la observancia de la ley no ha impedido que una decena de animalistas se concentraran en la plaza del municipio para pedir la abolición del festejo.

El toro manso, de raza mallorquina, bajaba las escalinatas que conducen a la Plaza España del municipio a las 8:10 horas, ante la atenta mirada de centenares de personas, que celebraron con alborozo su aparición. Miembros del Col·lectiu del Bou guiaban al manso mediante una única soga atada a un cabestrillo hasta la plaza, mientras comenzaba a llover con intensidad.

Bajo la lluvia, una joven ha coronado al toro que, en varias ocasiones, ha tratado de zafarse, sobresaltando a más de uno, hasta que miembros del Col·lectiu conseguían reconducirlo de nuevo. En este sentido, muchos de los asistentes han coincidido en señalar que ha sido un correbou "más peligroso" que los celebrados en años anteriores, ya que controlar al animal solo con una cuerda ha resultado más complicado y la lluvia ha dificultado el festejo.