Virgilio Moreno, alcalde de Inca, manifestó ayer su rechazo como máximo mandatario del Ayuntamiento de la ciudad "hacia posturas o actuaciones xenófobas y discriminatorias en función de la condición, creencias o nacionalidad de las personas". Moreno se refiere a la presunta negativa de acceso a una ciudadana de nacionalidad japonesa a un comercio de Inca.

Moreno afirma que "Inca es una ciudad acogedora, dedicada al comercio mayoritariamente, y sus comerciantes son personas abiertas y tolerantes, respetuosas y amables. Este asunto no es más que un caso puntual, de un comerciante en concreto con el cual no compartimos opinión".

Yoriko Naito, que vive en Mallorca desde hace nueve años y está casada con un español con quien ha tenido dos hijos en la isla, ha denunciado los hechos a través del juzgado de instrucción número 3 de Inca.

Todo sucedió, tal y como adelantó Diario de Mallorca, el 12 de agosto. Era mediodía cuando se disponía a entrar en un establecimiento, situado en el polígono de Inca. "Tenía que comprar unas cosas para casa", explica. Intentó acceder al establecimiento cuando, relata, una cajera le dijo: "Espera un momento". Ella esperó y, al cabo de un rato, apareció otra empleada, que le dijo que no podía entrar, de acuerdo a la versión ofrecida por este vecina de Inca.

Yoriko pidió entonces explicaciones. Según cuenta, le contestaron que "el dueño no quiere". De nuevo, esta ciudadana japonesa volvió a preguntar: "¿Es porque soy asiática?". Según refiere Yoriko en la denuncia presentada en el juzgado, le respondieron que sí, porque era asiática. "Yo expliqué que soy japonesa, que mi marido es de aquí, de la isla, que no tenía ninguna intención de robar. Pero me dijeron que no, que no podía entrar", detalla.

Después de esto, pidió una hoja de reclamaciones y escribió su queja, en castellano: "Soy asiática. No entiendo nada. Soy japonesa y tengo todo el derecho a entrar en cualquier tienda. Me ha sentado muy mal".