El saludo del alcalde de Santa Margalida en el programa de fiestas ha levantado más de una ampolla entre sus adversarios políticos. Se le ha criticado que no era el lugar para desarrollar un discurso político como el que ha promulgado. Sin embargo, Joan Monjo dice que no sabe "hablar sin decir nada porque para eso me callo". Y es que en su saludo ha aprovechado para ligar la declaración de interés turístico de la procesión de la Beata con la situación actual de los alquileres vacacionales y el terrorismo. De lo último, dice que es uno de los dos grandes problemas actuales. Por ello impulsó que el pleno del jueves declarase que la procesión de este año se dedica a la paz y contra el terrorismo. Aunque no dejó que Beatriu Gamundí, de Suma, enmendara la propuesta e incluyera "y la buena convivencia entre pueblos", porque dijo que "eso ya esta incluido en la paz".
Donde si lanza una puya en su saludo es con la cuestión de las viviendas vacacionales y las protestas de "ciertos grupos" contra los turistas. Dice que "son una amenaza interna las políticas promovidas por los partidos que están en contra de todo y que aplauden la 'gracia' de los 'turists go home' y del confeti en los platos de los restaurantes, agrediendo la tranquilidad de los nuestros visitantes.
Se trata especialmente de los cambios legislativos que quieren aprobar y que podrían dejar a Santa Margalida otra vez fuera del mundo turístico. Y por eso mismo estos días el futuro de esta actividad preocupa también a muchos de margalidans. Desde el Ayuntamiento pensamos que tenemos que apoyar al turismo vacacional de una forma decidida" .
Cronómetro para los senderistas
El cartel instalado en una de las rutas que se desarrollan por la Serra que se ve en la fotografía es una muestra de hilado fino. Una hora y un minuto dice que se tarda en llegar a la Casa de neu den Galileu; amigo, como llegue en una hora y cinco minutos está desclasificado.
