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Eco internacional

50 años del gran accidente en Montuïri

En 1967 la colisión entre un camión y un bus de turistas británicos dejó nueve muertos en Montuïri

Página de Diario de Mallorca, tras el accidente. d.m.

Hoy se cumplen cincuenta años. La noche del viernes 11 al sábado 12 de agosto de 1967 chocaron violentamente un autocar de turistas británicos proveniente del aeropuerto, con un camión que venía de Son Servera y que transportaba material bélico que sesgó la parte izquierda del bus. Fallecieron nueve turistas.

El accidente se produjo en la carretera Palma-PalmaManacor, en las inmediaciones del pueblo, en el tramo recto que hoy se situaría entre la rotonda Montuïri-Palma-Porreres-Manacor y la subida al Coll de sa Grava. Los cadáveres de tres hombres y cinco mujeres fueron trasladados en primera instancia al cementerio de Montuïri.

El hecho conmocionó de forma especial al municipio y a toda Mallorca y resultó noticia de alcance internacional, especialmente en el Reino Unido.

Estábamos tomando el fresco frente al bar de Can Llorenç, en la plaza Major. Habíamos terminado el ensayo de una obra teatral. A las 12,04 de la noche se personó un motorista de 19 años en demanda de auxilio. Fue por quien nos enteramos de lo sucedido. Con toda urgencia salieron los primeros coches al tiempo que se informaba a la Guardia Civil local. Cuando llegamos, otros vehículos ya se habían detenido para prestar los primeros auxilios. Me interné en el interior del autocar y el espectáculo era desolador. Presentaba un cuadro espeluznante: heridos, lamentos. Una señora accidentada me pregunta si desde el hotel de Cala Millor mandarían un coche para recogerlos. Como pude, le transmití que ya estaban avisados. Efectivamente llegaron tres coches para hacer el traslado. Se requirió la presencia de un mecánico de Montuïri para que quitara unos hierros del vehículo que entorpecían la labor de rescate. Los accidentados fueron evacuados a Palma, Manacor y Montuïri. Personalmente acompañé a una joven que tenía la cabeza ensangrentada y con graves heridas a la clínica de la Cruz Roja en el Mini Morris coche que condujo el vicario Guillem Rigo.

En Montuïri fueron doce las personas atendidas en los primeros momentos, doce mayores y un niño en brazos de su padre. Prácticamente a las tres de la madrugada había pasado todo. La ayuda de los montuïrers y gente que se había detenido ya no era necesaria puesto que los heridos había sido trasladados. Me sentía fatigado. No pude conciliar el sueño en toda la noche. Todos cuantos nos hallamos en los primeros momentos en el lugar del accidente sufrimos la lógica y natural conmoción. La aparición de cadáveres iba produciendo graves trastornos.

A las cuatro y media de la tarde llegó a Montuïri el cónsul británico. Trajo un permiso del juez para trasladar los féretros del cementerio municipal al de Palma. Salieron a las ocho de la noche en dos furgonetas.

El pueblo tardó en sacudirse el tremendo impacto del trágico accidente de circulación. El alarde humano de los vecinos resultó ejemplar. Entre los numerosos gestos cabe destacar el desprendimiento y humano acto de un propietario de un bar de Montuïri quien recibió en sus dependencias a los accidentados leves que fueron asistidos en cura de urgencia en la localidad. Atendió a cuanto le solicitaron y a la hora de ser trasladados los turistas a Cala Millor no quiso cobrar ni un céntimo de las consumiciones.

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