El ayuntamiento de Sóller presentó ayer las bases para el otorgamiento de las subvenciones sobre la cuota líquida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que se aplicarán a partir de este año. Uno de los requisitos es que los beneficiarios sólo podrán tener una propiedad; donde tengan fijada su residencia habitual.

Las ayudas van dirigidas a tres colectivos: las familias monoparentales, pensionistas y personas con escasos recursos económicos. Para abonar estas ayudas el ayuntamiento habilitará una partida de 200.000 euros, aunque el concejal de Hacienda, Josep Lluís Colom, precisó que esta dotación "podrá ampliarse en función de las necesidades y el número de familias que se acojan a la ayuda". Los beneficiarios de estas ayudas podrán tener un descuento del 50% del recibo del IBI.

Las bases establecen los requisitos que deberán cumplir los solicitantes. Deberán ser propietarios o arrendatarios (obligados por contrato a pagar el IBI) y tener su residencia fijada en el domicilio y estar al corriente de pagos con las administraciones públicas y la Seguridad Social.

El requisito más controvertido es el que estipula que ni el solicitante ni ninguna otra persona que resida en la vivienda que se pretende acoger a la subvención del IBI no podrán tener más de una propiedad a su nombre. En caso contrario no podrán acceder.