Entre 70 y 100 mujeres se han quedado sin sus clases de zumba en las instalaciones deportivas de Llucmajor "porque la música molesta a 12 vecinos". La notificación recibida el pasado lunes 19 de junio tuvo una reacción inmediata por parte de las afectadas con una petición en Change.org para recabar apoyos y así poder bailar al aire libre.

"Por favor, señor alcalde, somos buena gente, gente feliz... No nos merecemos esto", ruegan en una carta dirigida al Ayuntamiento donde piden "tengan a bien encontrar la fórmula por la que sin perjudicar los derechos del resto de vecinos, se pueda seguir realizando, durante los meses de verano, esta actividad tan maravillosa que nos proporciona tanto bien".

Según explican, "estas actividades se realizaban durante dos horas semanales, los martes y jueves, en horario apropiado (de 20 a 21 horas) y durante los meses de verano... Sí es verdad que la actividad precisa el acompañamiento de la música", como señalan en la misiva. Sin embargo, las bailarinas no entienden por qué en los dos años anteriores no tuvieron inconvenientes para bailar, "tanto en el Chiringuito de Bahía Grande como en las instalaciones del SITT".

"Seguramente este consistorio desconoce lo que suponen estas clases para la población de nuestras urbanizaciones, una actividad al alcance de todo el mundo, sin límites de edad y sin condicionamiento alguno más que tener ganas de pasar un buen rato con un ejercicio totalmente saludable para el cuerpo y el espíritu", destacan.

"Estas dos horas semanales nos hacen un poco más felices", aseguran las danzarinas entre las que se cuentan "personas de 5 a 75 años, madres e hijas juntas y algún hombre valiente". Para muchos es "el único ejercicio que realizan o han realizado en su vida", y también valoran los lazos de amistad entre vecinos que se han dado gracias a este proyecto que "ahora se ve truncado por una ordenanza que no permite hacer actividades con música en espacios abiertos".