Guillem Balboa Buika, de Més per Alaró, fue investido ayer a mediodía como el primer alcalde de raza negra de Balears en un multitudinario pleno extraordinario que tuvo momentos de gran emotividad. El carácter histórico de la jornada quedó refrendado por la elevada asistencia de público, entre familiares, amigos y políticos, principalmente de Més per Mallorca, que no quisieron perderse la investidura, desafiando las altas temperaturas que se registraron en la pequeña sala de plenos del ayuntamiento 'alaroner'.

En una votación nominal, Balboa cosechó los siete votos del equipo de gobierno PSOE-Més, mientras que los seis ediles de Junts per Alaró optaron por apoyar a su portavoz, Llorenç Perelló. El nuevo alcalde se decantó por la fórmula del "imperativo legal" para prometer la Constitución española. Acto seguido, entre una larga ovación y vítores del público, recibió la vara de mando de manos de la hasta ahora alcaldesa, la socialista Aina Munar, la primera mujer en ocupar el primer sillón en la historia del municipio.

Discurso

Balboa se acercó al público para pronunciar, de pie, su primer discurso como alcalde, un gesto que pretendía ser un "ejercicio de acercamiento". El regidor confesó sentirse "superado por la expectación" e inició su parlamento citando al cantautor 'manacorí' Guillem d'Efak, de procedencia guineana como él, del que destacó un verso de su famoso tema antibelicista 'Sa cançó de Son Coletes' para recordar sus inicios en la política local. "Éramos una 'colla de veure', inmunes al desánimo, recogiendo ideas y sugerencias en todo el pueblo; ello hizo posible que hoy estemos aquí", apuntó.

Se refirió, emocionado, al "equipo humano excepcional que le acompaña y añadió que, para él, su socia Aina Munar "siempre será la alcaldesa de Alaró". "Hoy escenificamos un cambio de alcaldía pero lo que celebramos de verdad es el fruto de un trabajo colectivo", subrayó. Su concepción de la política "va de mantener la ingenuidad, la honestidad y la vocación de servicio" y aplicar el "pragmatismo".

El nuevo alcalde admitió que no procede de la política, pero sí algunos de sus familiares. "Algunos de ellos murieron por esta causa, uno de ellos era alcalde, esperemos que yo no siga la tradición", bromeó. Balboa se comprometió a luchar por un municipio mejor. "No puedo prometer que todo sea perfecto siempre, pero sí que nuestro equipo humano hará 'parts i mànigues' para que la llama siga más viva y fuerte". Concluyó su discurso aludiendo a su abuela, que le lanzó una frase que para él ha constituido una lección: "Confianza y persistencia".

Previamente, la exalcaldesa Aina Munar realizó un balance de los dos primeros años de la legislatura, en los que ha habido "muy buena sintonía" en el gobierno local, con "lealtad y 'bona feina'". "El Ayuntamiento no ha sido un balcón para cuatro privilegiados, hemos bajado a la calle a escuchar a la gente", indicó.

Munar homenajeó a los anteriores alcaldes socialistas de Alaró y deseó que se recuerde su figura como una "buena continuadora de la lucha por un Alaró mejor". Concluyó su discurso asegurando que ha sido "feliz" en el cargo y comprometiéndose a "seguir trabajando a favor del pueblo".

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