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Joan Puigserver

"El futuro de la naranja sería mejor si todos los huertos fueran ecológicos"

Puigserver afirma que el secreto de sus naranjas para que sean más dulces es que se trata de un cultivo que se hace con "cero residuos", sin abonos químicos

Joan Puigserver regenta la finca de sa Vinyassa. j. mora

Joan Puigserver cree que la tradición de huertos del valle de Sóller tiene futuro, gracias al "empuje que le está dando la cooperativa agrícola". Eso sí, considera que los jóvenes "tienen que tener voluntad, ilusión y ganas de trabajar para sacar adelante el cultivo de cítricos". Puigserver aboga por crear una Indicación Geográfica Protegida.

-¿Satisfecho por la distinción Taronja d'Or que acaba de recibir?

-Cuando me lo dijeron les dije que si me la entregaban como 'pagès' no la quería. Yo estoy haciendo el aprendizaje del oficio y los payeses de verdad pueden darme muchas lecciones de cómo hacerlo. Yo le pongo voluntad, interés e ilusión, una fuerza motriz superior a la nuclear.

-¿Qué diferencia sus naranjas de las demás?

-Primeramente en Sa Vinyassa hay cero residuos. Todo lo que produce el naranjo se aprovecha y una de sus peculiaridades es que no usamos abonos químicos, lo que ha servido para comprobar que las naranjas ecológicas son mucho más dulces que las demás.

-¿Qué cuidados necesita un cultivo ecológico respecto a uno convencional?

-Aquí se aprovecha todo el ciclo de la naranja: desde la flor hasta la piel. Lo último que hemos creado es un polvo elaborado a partir de la cáscara seca de la naranja que servirá para la repostería. Mi próximo objetivo será elaborar aceite esencial de la piel de la naranja.

-Usted dice que se aprovecha todo de la naranja?

-Incluso la cáscara seca. Sirve para encender el fuego de la chimenea y es mucho mejor que cualquier otro producto que podamos encontrar en el mercado. El año pasado recolectamos 60 kilos de flor de azahar que la envasamos, mientras que los restos de poda sirven para elaborar abono natural. Desde hace años aquí no encendemos fuego para quemarlos.

-Pero debe ser más caro, ¿o no?

-Lo es. La mano de obra se multiplica por dos o por tres. Ahora bien, cada año podemos reducir costes porque salen al mercado nuevos productos ecológicos, como los herbicidas, que nos ayudan a mejorar la conservación del huerto. Nosotros aquí también realizamos desbroces con el fin de crear un humus para mejorar la calidad de la tierra.

-¿Es rentable dedicarse a la agricultura ecológica?

-Aprovechando todo lo que da el árbol la explotación agraria puede ser rentable económicamente. Un huerto con árboles viejos no lo es, por lo que es recomendable renovar las plantaciones. Si todos los huertos que se renuevan fueran ecológicos, el cultivo de la naranja tendría un mejor futuro y sería un distintivo de calidad más para los cítricos de Sóller.

-¿Necesita un mantenimiento especial un huerto ecológico?

-Como cualquier otro. Un huerto necesita cuidado y mimo. Los naranjos son muy golosos y no les gusta pasar ni hambre ni sed. Por ejemplo, en verano un cítrico necesita 350 litros a la semana para que dé buenos frutos.

-¿Y le sale a cuenta trabajar tanto?

-La verdad es que no. Si no fuese por las visitas turísticas, que nos han ayudado mucho, el cultivo de la naranja no sería rentable. Por ello estoy convencido que las nuevas plantaciones pueden llegar a ser rentables si uno aprovecha todo el proceso de la planta y sus frutos.

-¿Qué salida da a sus frutos?

-La mayor parte de la producción la destinamos a consumo propio y a la elaboración de zumos y confituras. También vendemos a Flor de Sal para elaborar sal con aroma a naranja y limón, a Estel Nou para preparar confituras y a Fet a Sóller para elaborar siropes y a la exportación.

-¿Cree que tienen futuro los huertos de Sóller?

-Con el empuje que le está dando la cooperativa agrícola sí, porque ha sido toda una revolución regalar ejemplares jóvenes para renovar las plantaciones. Ahora bien, el futuro pasa por los jóvenes, que tienen que tener voluntad, ilusión y ganas de trabajar para sacar adelante el cultivo de cítricos.

-¿Qué se puede hacer para mejorarlos?

-Creo que si se crea la Indicación Geográfica Protegida (IGP) será un gran paso porque dará un valor añadido al producto, además de seguir apostando con la cooperativa para renovar los cultivos."Todo el mundo debería tomar medidas contra la contaminación y no hacer lo de Trump"

-Indicación Geográfica o Denominación de Origen.

-Creo que es algo complicado decantarse por uno u otro. Una IGP es más fácil de conseguir y nos permite evitar la picaresca de que haya vendedores que comercialicen como naranjas de Sóller fruta que no lo es. Es muy necesario combatir el intrusismo.

-¿Cómo se explica que un hombre forjado en la construcción se dedique al cultivo de naranjas y a la meteorología?

-En el sector de la construcción ha habido compañeros que me han visto como una cosa rara. Ser constructor y defender el entorno ante intereses empresariales no suele ser lo habitual. En mi caso siempre he tenido claro que hay que querer Sóller por encima de todo por lo que se puede compatibilizar el crecimiento urbanístico con la protección del entorno.

-¡Qué calor!, y dicen que hará más todavía?

-Parece que sí. Siempre digo cuando me preguntan que la estación me informa del tiempo que ha hecho y no el que hará. Pero lógicamente suelo mirar algunas páginas web o la previsión del tiempo en televisión para informarme de lo que hará. El calor de estos días aflojará.

-¿Será este año excepcionalmente caluroso?

-Puede que sí, o no. Es verdad que desde el año 2000 hay una ligera tendencia al alza en las temperaturas lo que ha hecho subir la media anual a los 18 grados cuando hasta entonces estaba en los 17'5. No soy experto, pero estadísticamente hay una ligera tendencia al alza de la temperatura, aunque no tanto como dicen algunos.

-¿Cree que los recursos hídricos serán suficientes para abastecer a una población flotante cada vez mayor?

-No. Aunque llueva lo mismo hay más población y más turismo. En general consumimos más agua que antes. A modo de ejemplo hace diez años en la plaza de Sóller apenas había turismo y hoy en día está abarrotada de gente, lo que el consumo de agua aumenta. Si a ello le añadimos la proliferación de sondeos, será imposible mantener el ritmo del consumo de agua."La mayor parte de la producción la destinamos a consumo propio y a elaborar zumos y confituras"

-Díganos su opinión: ¿ha cambiado el tiempo o nos está fallando la memoria?

-No dudo que el tiempo haya cambiado. No tengo herramientas suficientes para analizarlo ni soy científico, aunque la memoria también nos falla. Cuando oímos que hay una ola de frío o de calor con récords de temperaturas uno puede comprobar que no es tanto como se dice. En los últimos 33 años en sa Vinyassa los cambios que ha habido en el tiempo son mínimos. De hecho, desde el año 2000 la media de lluvias es más elevada que en la última parte del siglo pasado. Eso sí, ha cambiado la forma de llover.

-¿Cuál es para usted el tiempo ideal?

-Cuando uno llega a cierta edad lo que le gusta es la primavera eterna porque de cada vez soportas menos el calor.

-Mójese, ¿usted es de los que piensan que vamos a un calentamiento global o por el contrario a un enfriamiento?

-Existen estudios contradictorios y no sé por cuales inclinarme. Los hay que auguran un calentamiento a corto plazo que después dará lugar a una época de enfriamiento. Lo que sí tengo claro es que todo el mundo debería tomar medidas contra la contaminación y no hacer lo que ha hecho Donald Trump.

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