Un espacio para el entretenimiento, la cultura y el debate. Así se presenta de nuevo el Ateneu de Felanitx, tras meses cerrado. "Hemos querido reformar el establecimiento y redefinir nuestros objetivos fundamentales, porque la asociación se había encaminado hacia una dirección errónea en la que parecíamos un bar", explica Victòria Binimelis, miembro de la organización.

Para celebrar el tercer aniversario desde su apertura, o "renacimiento", como lo define Binimelis, se han celebrado unas jornadas de puertas abiertas en las que no han faltado la música, las tapas, y el buen rollo. Y es que desde la organización se ha aprovechado la reapertura para impulsar, por ejemplo, un nuevo proyecto: una sala de juegos libres diseñada para a favorecer el autoaprendizaje y la autonomía de los más pequeños de la casa.

Esta iniciativa ha surgido de la petición de la felanitxera y madre de una niña de un año y medio, Mònica Cubell, dada la necesidad de crear un espacio de juego cerrado en el pueblo. Siguiendo esta demanda, la asociación ha creado esta curiosa sala infantil. "Se trata de un espacio en el que queremos que los niños experimenten y dejen volar su imaginación a través de juegos libres y creativos, con materiales tan primarios como la madera o el cartón", explica Laus Fullana. "La idea es que los padres no intervengan para potenciar la autonomía del pequeño" remarca la joven, mientras Tomeu, un niño de cuatro años, juega con las piezas de un rompecabezas.

Victòria Binimelis es un ejemplo de los cambios que ha sufrido esta asociación, pionera en la part forana. "Dejé durante unos meses la organización porque no me gustaba cómo se estaba gestionando", confiesa. Por ello, la primera medida que se ha llevado a cabo ha sido retirar la barra que presidía el local. "Al final, los vecinos de Felanitx solo venían al Ateneu a beber una cerveza", apunta.

En este sentido, matiza que, aunque la asociación se autogestiona, y por ello necesita obtener beneficios, el objetivo es que "la gente disfrute de una obra de teatro o de un debate y que, de paso, se tomen algo; no que solo vengan a beber". Un problema con el que se han encontrado otras asociaciones de la isla.

Un espacio tranquilo

Una vez retirada la barra y las múltiples botellas de alcohol de las estanterías, que era lo primero que se veía al entrar, el siguiente paso ha sido redefinir los objetivos. Por un lado, la organización quiere convertir esta pequeña casa mallorquina en un lugar de reuniones. "Un espacio tranquilo y confortable en el que cualquier persona pueda presentar su libro, obra de arte o un disco", señala.

Por otro lado, la asociación pretende crear un espacio de debate en el que deliberar sobre cuestiones problemáticas que afectan al municipio de Felanitx, o en la isla en general. El primer proyecto, que aún se está organizando, es charlar sobre el alquiler turístico. "En Portocolom a día de hoy ya es casi imposible encontrar un alquiler asequible. Por ello, queremos impulsar esta cuestión con la que concienciar a la sociedad sobre los prejuicios de esta práctica".