La entidad animalista Baldea reclamó ayer públicamente al párroco de Pollença que elimine de la procesión del Corpus la tradición del corderito vivo que lleva la figura de Sant Joan Pelós durante la ruta que, junto a las Àguiles, protagoniza por el centro de la localidad del Nord. La citada entidad insta a "evolucionar" la tradición "hacia formas que no supongan el padecimiento de un animal ni hieran la sensibilidad de los espectadores".

Baldea recuerda que el año pasado ya aportó un informe veterinario que concluía que "el uso de corderos y otros animales en este tipo de situaciones está totalmente desaconsejado desde un punto de vista estrictamente técnico y veterinario porque supone un acto de maltrato animal en sí".

La asociación animalista asegura que cuando se utilizaban corderos más jóvenes "en alguna ocasión se murieron después del baile" y añade que "utilizar un cordero más desarrollado no quiere decir que no tenga desajustes en su metabolismo y sufra con este tipo de tratamiento antinatural".