La parroquia de Llucmajor, con el rector Eugeni Rodríguez al frente, ha descubierto que la zona de aparcamiento afectada por las intensas lluvias de enero, que obligaron al cierre indenido del santuario de Gràcia al caerse parte del terreno, es propiedad del ayuntamiento de Llucmajor.
Rodríguez ya había solicitado presupuestos a tres empresas para proceder a la rehabilitación. Estas empresas presentaron unos proyectos que ascienden a 200.000, 340.000 y 500.000 euros. Consultado por este diario, detalló que la restauración del emblemático lugar precisa de unas microperforaciones (micropilotaje), agujeros de 15 centímetros de ancho por 6 metros de profundidad, para la colocación de barras de acero e inyección de hormigón. Es decir, un tramo de unos cien metros con pilones para garantizar un terreno consolidado y sin riesgos para los visitantes.
No obstante, recientemente, Rodríguez, al consultar escrituras y planos, averiguó que la zona en cuestión (carretera hasta la cruz) es de titularidad municipal. Ello ya ha sido comunicado al consistorio llucmajorer y la parroquia asegura no querer ahora desmarcarse y ofrece máxima colaboración. En este sentido, todo apunta a que habrá reuniones entre Ayuntamiento, parroquia, Consell de Mallorca y Govern balear.
El alcalde, Bernadí Vives (El Pi), consultado también por este periódico, admitió que, en estos momentos, el consistorio comprueba si realmente la zona es o no de su titularidad. Advirtió, eso sí, que "en este sitio ha habido rellenos", por lo que la responsabilidad final aún ha de ser aclarada.
Así las cosas, una barrera lleva meses impidiendo el tránsito. Sí que se permitió a los peregrinos venerar a la Mare de Déu en el Pancaritat y, bajo la supervisión del rector, se han celebrado algunas bodas, cenas, etc., aparcando los coches en otro lugar.
