Un año más, y van cinco, Porreres celebró la Fira de l'albercoc, primer acto del programa de sant Joan Baptista, copatrón de la localidad.

Esta feria nació a iniciativa del Ajuntament para volver a poner en el lugar que le corresponde al preciado fruto que tanta fama había aportado durante la segunda mitad del siglo pasado a Porreres y que suponía para muchas familias los ingresos necesarios para poder subsistir durante todo el año.

Las cosas han cambiado mucho al igual que las condiciones climatológicas que tanto afectan al albercoc, llegando algunos productores a afirmar que se está notando realmente el cambio climático.

Las plantaciones de albaricoqueros precisan, sobre todo de unas 300 horas de frío durante el invierno (inferiores a 7 grados centígrados) para una perfecta fructificación, cosa que actualmente no se está dando.

Desde la Cooperativa de Porreres, colaboradora incondicional en la preparación de la feria, Esperança Mora, gerente de la entidad, comentó a este periódico que la temporada del albercoc ya está tocando a su fin ya que solamente quedan por recolectar las variedades más tardanes como la Galta vermella que durante la jornada de ayer se pusieron a la venta los primeros kilos de la variedad.

Mora explicó que la previsión de este año se hizo otra vez a la baja, unas 30 toneladas frente a las 45 del 2016. El problema del poco frío y las copiosas precipitaciones de los meses de diciembre y enero han marcado la recolección de este año.

En el recinto ferial había más de 20 puntos de venta de productos relacionados con los albaricoques entre los que podríamos destacar las dos exclusivas cervezas a base de albaricoque de Talaiòtika. La primera con una doble fermentación con albaricoque maduro y la segunda con un añadido de sirope de albaricoque seco de Porreres.

El 'sequer' de antaño

En la sala de exposiciones de la Caixa se pudo visionar un reportaje de Orestes Pérez donde se mostraba con grabaciones de los años 80 cómo era el sequer de Porreres y todo aquello que giraba en su entorno. Una demostración culinaria en directo realizada por la cocinera local Joana Aina Sorell, el concurso de tapas relacionadas con el fruto y el baile tradicional con el Estol Porrerenc.

Lo que no podía faltar en esta diada es el tradicional concurso de xapar albercocs que fue precedido por un taller sobre el sequer i el xapar albercocs donde se explicaba a los más jóvenes cómo eran los trabajos de antaño y en especial cómo se hacía para rellenar los canyissos una vez partidos los albercocs recogidos diariamente en las fincas porrerenques.