Una barrera vegetal creada a partir de la siembra de 4.000 pinos tapará por completo todos los paneles solares del futuro parque fotovoltaico de s'Àguila, en la Marina de Llucmajor. Un auténtico bosque perimetral que, según explica la promotora del proyecto, evitará que la instalación se vea desde cualquier finca privada o camino público cercano. "Evitamos cualquier impacto visual, solo podría verse en helicóptero", ejemplifica Carlos González, máximo responsable de TW Solar, empresa que, junto a la británica Island Green Power participan de Llucmajor Photovoltaic, quien se encarga del desarrollo expreso del proyecto, de 5o hectáreas de superficie y 42 megavatios de potencia.
De hecho TW Solar ha presentado un vídeo con imágenes virtuales en el que explica los pormenores de la instalación, así como las necesidades energéticas de las islas en materia de renovables. El archivo, colgado en las redes sociales, ya ha sido enviado también a las administraciones públicas competentes y a la Comisión Balear de Medio Ambiente, quien debe decidir el futuro del parque solar a finales de este mes de junio.
El alcalde de Llucmajor, Bernadí Vives (El Pi) y el concejal de Urbanismo, Jaume Tomàs (Més) se reunieron ayer por la mañana con los propietarios de los terrenos, la familia Garau. El consistorio ve con buenos ojos el proyecto agropecuario que se integraría en la finca y las posibles visitas guiadas a él. Lo que se une a la posibilidad que ofrecería la construcción de la instalación fotovoltaica, a la hora de emplear a empresas locales y a un centenar de personas durante los meses que durase la obra. Después y durante los 30 años de explotación de los paneles se daría trabajo fijo a diez personas de forma directa, más las labores indirectas de mantenimiento.
Entre los beneficios medioambientales que se implantarían en la finca de secano, que en estos momentos no es productiva económicamente, se prevé la integración de 300 ovejas autóctonas que se encargarían de limpiar ecológicamente los terrenos y a partir de las cuales podría fabricarse a su vez quesos y productos lácteos. Al mismo tiempo la limpieza de los paneles solares (de 2,42 metros de alto y anclados a la tierra sin necesidad de cemento) se efectuaría en seco sin necesidad de consumo de agua, entre tres y cuatro veces al año.
Cabe recordar que Balears se encuentra a la cola en cuanto al porcentaje que suponen las energías renovables respecto al total de la generación eléctrica, con solo un 3%, lejos del objetivo marcado por la Unión Europea que prevé un mínimo del 20% de cara a 2020.
El parque fotovoltaico (dividido en tres parcelas dentro de la finca de s'Àguila) se situaría a 13 kilómetros del núcleo urbano de Llucmajor y ocuparía un 5% del territorio del municipio. A cambio produciría una energía limpia capaz de abastecer a 20.000 hogares. La inversión será de 40 millones.
