En la antesala veraniega de las flower parties, las verbenas revival y las fiestas patronales de desfase, los municipios de la isla estudian maneras de afrontar estas masivas concentraciones que a veces degeneran en botellones con repercusiones negativas.

De hecho, las incidencias registradas en fiestas populares de Mallorca se han duplicado durante la última década, de forma paralela a su creciente masificación. Ante este fenómeno, los alcaldes inciden en trabajar en la prevención y en un mejor control, sobre todo, de los menores, que, en Balears, empiezan a consumir a alcohol, de media, a los 13,8 años.

Éstos son algunos de los datos expuestos ayer durante una jornada de trabajo organizada en Palma por la Federació d´Entitats Locals de Balears (Felib), bajo el título ´Medidas de seguridad, autorizaciones de actividad y el consumo de alcohol y drogas en las fiestas populares´, que contó con la presencia de representantes políticos municipales, mandos policiales y personal de emergencias.

En la sesión, el director del Servei d´Emergències 112, Vicente Soria, remarcó el "espectacular incremento" de visitantes registrado por las verbenas de pueblos, lo que se ha traducido en un mayor nivel de incidentes, como comas etílicos, peleas y accidentes de tráfico. Sólo en lo que llevamos de año, informó Soria, el número de casos atendidos se ha incrementado en un "10 ó 15 por ciento" respecto al mismo periodo de 2016.

Nuevo ´boom´

Uno de los fenómenos preocupantes que se asocian al nuevo boom de las verbenas de verano es el de los menores que consumen alcohol. Así lo advirtió el presidente de la Felib y alcalde de Sencelles, Joan Carles Verd (El Pi). En su municipio, se celebra una de estas fiestas masificadas, la de Biniali, con la presencia de muchos menores de edad sin adultos que los acompañen.

"El año pasado, atendimos cuatro o cinco intoxicaciones etílicas de menores", señaló. Para próximas ediciones, Verd aseguró que se plantea la posibilidad de restringir el acceso a los menores de 16 años que no vayan con una persona adulta. El presidente de la Felib pidió una reflexión general sobre el modelo de ocio que quiere la sociedad, al tiempo que defendió la necesidad de aplicar medidas para combatir las actitudes incívicas y reducir los efectos de la masificación.

Respecto a la estrategia para hacer frente a los excesos etílicas en estas celebraciones, los participantes en la jornada incidieron en la prevención, a través, por ejemplo, de campañas informativas. Desde los servicios de emergencias, remarcaron que debe mejorarse la coordinación entre administraciones a efectos de planificar desde el punto de vista de la seguridad este tipo de concurridos eventos.

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