El servicio de recogida de basuras y limpieza de calles no pasa por su mejor momento. Además de las numerosas quejas por suciedad que se acumula a la vía pública, se le suma que un 25% de los trabajadores que integran la brigada están de baja por enfermedad.

Así lo reconoce el concejal de Infraestructuras del ayuntamiento de Sóller, Andreu Castanyer, quien atribuye la proliferación de quejas a la falta de operarios y al déficit de maquinaria que sufre este departamento municipal. La brigada está formada por 28 operarios, de los que siete están de baja laboral por enfermedad. Pero la solución no se avecina a corto plazo, ya que Castanyer afirma que por el momento el ayuntamiento no contratará a más trabajadores para cubrir las bajas ni podrá reponer la maquinaria averiada que necesita ser sustituida.

Para ambos casos, el edil explica que la falta de recursos económicos impone una barrera para mejorar el servicio de limpieza. "Nuestra prioridad es atender el servicio de recogida de basuras", asegura Castanyer, quien agrega que "en función del personal disponible después se dedica a la limpieza de las calles".

Esta situación ha generado protestas vecinales. Los ciudadanos de Sóller y el Port se quejan por la proliferación de residuos en la calle, el hedor que desprenden los contenedores y el engrudo que se queda enganchado en el suelo por la suciedad generada por líquidos. A ello se le añaden las quejas por el estado de las playas, que para muchos ciudadanos y turistas se han convertido en un peligro especialmente para los niños. El problema radica en las cañas que depositó en la arena de las playas un temporal registrado en el mes de enero. Parte de este material quedó triturado y se ha ido soterrando bajo la arena. Pero estos trozos de caña se han convertido en pinchos que al pisarlos con los pies pueden resultar una molestia para los bañistas.

Andreu Castañer afirma que la limpieza de las playas tendrá que realizarse, al menos este año, de forma manual porque "no tenemos presupuesto para adquirir una nueva máquina". La máquina purgadora que estuvo en servicio hasta el año pasado se averió y ya no ha podido ser reparada. El concejal explica que el ayuntamiento ha buscado vehículos de prestaciones similares de segunda mano "pero lo que hemos encontrado está fuera de nuestras posibilidades".