El Punto de Atención Continuada (PAC) de Binissalem ha vuelto a ser noticia estos días por una situación desagradable que, según el Ayuntamiento de la localidad del Raiguer, está relacionada con el mal estado y la falta de mantenimiento del equipamiento sanitario público.

El pasado lunes, el centro sanitario sufrió un apagón eléctrico que mantuvo sin luz al edificio durante unas dos horas y media, afectando de forma significativa a la prestación del servicio sanitario. Como consecuencia del fallo eléctrico, algunos pacientes del PAC de Binissalem tuvieron que ser derivados hasta el hospital de Son Llàtzer, en Palma, para realizar las pruebas médicas que habitualmente se atienden en el centro de salud de la localidad.

El alcalde de Binissalem, Andreu Villalonga (PP), explica que en este caso tampoco funcionó el generador alternativo del que disponen los centros sanitarios en caso de fallo en el sistema general. Villalonga añade que el personal del PAC tuvo que ponerse en contacto con el Ayuntamiento para pedir ayuda a la brigada municipal de mantenimiento.

El Consistorio 'binissalemer' considera que la avería, que pudo ser solucionada en el plazo de dos horas y media, es una consecuencia del mal estado que presenta el centro de salud, que ha motivado ya el envío de algunos escritos del alcalde al Ib-Salut para reclamar una solución a la precaria situación que afrontan los trabajadores y los pacientes del PAC.

Sin aire acondicionado

El alcalde Villalonga explicó que uno de los mayores problemas al que se enfrenta el personal sanitario y los usuarios del PAC de Binissalem es la ausencia de aire acondicionado a estas alturas del año previas al verano, cuando el calor empieza a apretar.

Además, también destaca los múltiples desperfectos del mobiliario del centro de salud, lo que incide de forma negativa en el servicio sanitario. "En el área de pediatría no tienen cortinas y suplen la carencia con una sábana colgada en la ventana", apunta el regidor popular. También cita otros desperfectos en asientos destinados a los usuarios.

Hace tres meses, el Ayuntamiento ya denunció formalmente ante el Ib-Salut la precaria situación del centro sanitario después de que numerosos usuarios registraran quejas. Entonces, el sindicato UGT también criticó las múltiples deficiencias de mantenimiento y una mala gestión de los recursos humanos, que habría abocado al equipamiento sanitario a un déficit de personal, con el consecuente mal servicio a los usuarios. Las quejas coincidieron con la dimisión de la excoordinadora del centro de salud.