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Lletra menuda

Con pocas ganas y sin ideas claras

Cuando uno hace las cosas por imposición, sin estar convencido de su necesidad y por tanto actúa de mala gana, es delatado por igual...

Cuando uno hace las cosas por imposición, sin estar convencido de su necesidad y por tanto actúa de mala gana, es delatado por igual por la apatía y por la carencia de iniciativa. Este parece ser el comportamiento actual del ayuntamiento de Campos en lo relativo a la concesión y explotación de chiringuitos en sus playas.

Ayer quedó suspendida la licitación que debía otorgar estos servicios. El asunto está aprisionado entre la falta de información y la carencia de espacio. Con este parón también queda en evidencia el modo un tanto anárquico y caprichoso con el que se habían hecho las cosas hasta ahora.

El consistorio, en un comportamiento típico de quien considera que le han invadido competencias, esperará instrucciones. Requerirá al organismo correspondiente, Xarxa Natura 2000, del Govern, para que le especifique qué puede hacer y cómo realizarlo. La cuestión radica en la dificultad de situar nuevos chiringuitos móviles en lugares que no invadan el de los derruidos, para que así se regeneren las dunas y también a más de seis metros de distancia de los sistemas dunares actuales. Vamos, que es Trenc reclama su virginidad y queda poco margen y demasiada ambición comercial para poder respetarla. Mientras, llegan los avispados de siempre, los vendedores ilegales oportunistas del descampado de chiringuitos y nada escrupulosos con los precios. La playa más emblemática de Mallorca es también una costa muy castigada, sea por la presión humana, el confusión administrativa, la oportunidad de negocio, o todo ello junto a la vez.

El asunto de las hamacas y sombrillas parece más fácil de solventar. Con la reducción de las previstas ahora puede quedar solventado, pero lo que aparece claro es que mientras los potenciales explotadores, el GOB vigilante y los usuarios ávidos de normalidad esperan actuaciones determinantes, esta crisis de es Trenc y sus demás playas satélite de Campos debe servir para acabar conformando estabilidad compatible con la salvaguarda del medio natural exclusivo y su vinculación con la presencia humana. En la isla del turismo invasivo resulta imprescindible que el ayuntamiento de Campos se desprenda de su apatía y ponga las cosas claras en es Trenc.

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