El centro urbano del Port de Pollença cambiará de imagen en el plazo de dos años. El ayuntamiento ´pollencí´ anunció ayer que ejecutará un proceso de reforma del eje central del Moll con el objetivo de frenar la degradación que afecta a la localidad costera. La idea es convertir la plaza Miquel Capllonch en un espacio "vivo" de concentración popular y transformar la calle Formentor en una vía más "pacífica y amable", según las palabras del alcalde Miquel Àngel March.

La reforma municipal, cuyo proyecto definitivo todavía está pendiente de redacción, se adjudicará en noviembre del próximo año 2018 para que sea una realidad dentro de dos años. El presupuesto todavía no ha sido definido, aunque el equipo de gobierno calcula que podría costar un millón de euros, dinero que aportaría el Ayuntamiento de su propio superávit, ya que la actuación está considerada como inversión sostenible, según el alcalde March.

El ámbito de la reforma se localizará en la plaza Miquel Capllonch, centro de la localidad, y en la calle Formentor, la antigua carretera que conducía hasta la península que el Consell de Mallorca ha cedido al Ayuntamiento esta misma semana, por lo que la vía ya puede considerarse urbana.

En la plaza Miquel Capllonch se renovará totalmente el pavimento y se dotará de mobiliario urbano adecuado. También se embellecerán algunas calles adyacentes y se arreglarán algunas conducciones de saneamiento que presentan un mal estado. "Todavía tenemos que estudiar si es necesario plantar nuevos árboles que aporten más sombra y si se habilita una zona de parque infantil", señaló ayer el teniente de alcalde de Urbanismo, Tomeu Cifre, durante la presentación.

En la calle Formentor, por su parte, se propone una renovación del pavimento tanto en la calzada como en las aceras, que serán ampliadas para que los peatones tengan más espacio. También se soterrarán todos los cables.

El objetivo, según el alcalde, es convertir esta calle, muy transitada, en un espacio "más amable" y de mayor calidad. La calle Formentor adquirió un mayor protagonismo entre los años 80 y 90, cuando se peatonalizó la primera línea al norte de la plaza Enginyer Roca. "Desde entonces se ha producido un mayor uso de la calle Formentor como vial de suministro a los numerosos locales y hoteles de la primera línea, así como para la descarga de pasajeros de los autobuses de transporte hotelero", explicó Cifre. Esta circunstancia, sumada a la poca amplitud de las aceras, ha convertido esta vía céntrica en un espacio "poco amigable para los peatones y la actividad comercial", tendencia que pretende invertirse con la reforma presentada ayer.

El alcalde añadió que el Moll "padece un proceso de degradación en los últimos años que es necesario revertir mediante un esfuerzo inversor y coherente en el centro". Según el regidor, la actuación permitirá "pacificar" la calle Formentor y al mismo tiempo "convertir la plaza Miquel Capllonch en una zona realmente céntrica, con vida ciudadana como ya ocurre en Pollença con la Plaça".