La historia se volvió a repetir. Sóller vivió ayer un día histórico para rememorar el 456 aniversario de la invasión sarracena que cada año se escenifica durante el día del Firó. Miles de personas, muchas de las cuales procedentes de distintos puntos de la isla se desplazaron al valle para revivir el episodio más destacado de la historia de Sóller en la que los payeses se impusieron con las armas a los invasores.

El Firó de este año puso el colofón a tres días de feria en Sóller en las que se han celebrado distintos actos para todo tipo de público.

El Firó dio su pistoletazo de salida por la mañana, con la ofrenda floral que se hace en el monumento dedicado al 11 de mayo de 1561. Autoridades, Valentes Dones, personajes históricos y centenares de sollerics se desplazaron después hasta el 'llogaret' de Can Tamany, uno de los puntos de referencia de la fiesta que se celebró ayer en la que se llevó a cabo una misa de campaña. La leyenda que envuelve la fiesta señala que en la casa de Can Tamany, las hermanas Catalina y Francisca Casasnovas (las Valentes Dones) defendieron sus posesiones de unos sarracenos con la ayuda de la tranca de la puerta.

Los actos oficiales celebrados a primera hora de la mañana dieron paso a una intensa jornada. La gente ya vestida con sus trajes de moros o payeses se encontró con los amigos para celebrar las típicas comidas como paso previo a la tarde que se les avecinaba.

La fiesta fiesta como tal comenzó a las 15:30 horas. Fiel al relato histórico el personaje del capità Angelats encarnado por Bernat Reynés congregó a las tropas cristianas en la plaza de la Constitución para informar del desembarco moro en la zona de Ses Puntes. Fue la arenga que pronunció a las tropas locales que finalizó con el ya tradicional grito de "a la lluita sollerics!" para animarlas a luchar y defender el territorio solleric de los moros. Mientras tanto, las tropas turcas se adentraban en el valle desde la zona de Ses Puntes donde habían fondeado sus embarcaciones.

No fue hasta las 17 horas de la tarde cuando se recreó el desembarco. Soldados de ambos bandos lucharon a muerte en la playa de Can Generós en el primer combate a palo y espada que se rememoró y en el que los moros fueron implacables con las tropas locales. El episodio se repitió en la playa de Can Repic donde un segundo combate se saldó con igual resultado.

Tras la derrota de las tropas de Sóller ante un enemigo despiadado, moros y payeses se enzarzaron en una nueva batalla. En esta ocasión el lugar fue el 'pont den Barona', ya en Sóller, donde quedó patente la superioridad de las fuerzas encabezadas por el pirata Otxi Alí. Por entonces, según dice la leyenda, el capità Angelats ya había pedido refuerzos a los municipios de Bunyola, Alaró y Santa Maria para aplacar a un enemigo envalentonado que se dirigía a saquear el centro de la ciudad. Efectivamente, al anochecer las tropas moras irrumpieron en la plaza de Sóller donde saquearon todas las casas y la iglesia. Posteriormente, un enfrentamiento entre sarracenos y payeses cambió el ritmo de la contienda. Los apoyos llegados desde fuera se sumaron a las tropas payesas y aplacaron a los moros que admitieron su derrota final desde el balcón consistorial.

Cabe recordar que la batalla final se desarrolló en un escenario totalmente blindado en el que accedieron 8.500 personas. Los accesos a la plaza de la Constitución estuvieron cerrados y sólo los que llevaban pulsera acreditativa (4.000 para los participantes y 4.500 para los espectadores) pudieron acceder a lugar donde se llevaron a cabo las batallas más espectaculares del Firó.

Y tras la batalla final, a lo alto del balcón de la casa consistorial, el capità Angelats dio por concluido el Firó con el discurso de la victoria en el que pronunció la frase que hizo vibrar a los participantes: "Mentre el món sigui món, es llegirà dins la història, que els sollerics aquest dia, alçaren honor i glòria". El canto de la balanguera puso el broche final al Firó 2017. Hoy muchos sollerics celebrarán el 'fironet' un día extra festivo que se ha impuesto en los últimos años en algunas empresas.

Apuntes

  • La cifra: 100 efectivos de seguridadEl Firó contó con la presencia de numerosos efectivos de seguridad que se desplegaron por los diferentes escenarios por donde transcurrió la fiesta. En este dispositivo participaron agentes de la Guardia Civil, de la Policía Local de Sóller y de varios municipios, voluntarios de Protección Civil de distintas agrupaciones, Cruz Roja, Bomberos y personal médico y sanitario del Ibsalud. En total se desplegaron cerca de un centenar de personas. Además de controlar que no se produjeran incidentes, los agentes de seguridad velaron para combatir el botellón, el principal problema que conlleva a los organizadores una fiesta tan multitudinaria. Los agentes impidieron el acceso a la plaza a todos aquellos que no disponían de pulsera identificativa
  • El detalle: menos escopetas que en años anterioresEn el Firó de ayer hubo menos escopetas que en ediciones anteriores. Las fuerzas de seguridad autorizaron la participación de 32 armas de fuego, diez menos que en el año anterior. Además de las escopetas, se utilizaron doce trabucos y cuatro espingardas. Las escopetas dispararon 300 cartuchos, mientras que las armas de época quemaron 40 kilos de pólvora negra. Además estas armas, se dispararon cientos de petardos, tracas y otros artilugios pirotécnicos durante la recreación de las batallas. Aunque descendió el número de escopetas, el Firó de Sóller continuó siendo muy ruidoso y festivo. El broche de oro a la fiesta se colocará este viernes con el tradicional "sopar del Firó" que se celebrará en el patio del teatro Victòria