Activada la cuenta atrás. Los famosos chiringuitos edificados en la costa de Campos, exactamente en las playas de sa Ràpita (1), ses Covetes (2), es Trenc (2) y es Coto-Els Estanys (1), tienen sus días contados. Eso sí, en su mismo lugar, este 2017, habrá quioscos desmontables, de 20 metros cuadrados con terrazas de 50.

De cara a la temporada de 2018, el consistorio campaner dirigido por el alcalde Sebastià Sagreras (PP) manifiesta su deseo de poder adjudicar ocho. No en vano, Costas establece que puede haber chiringuitos desmontables cada 300 metros.

El PP ve razonable que se puedan colocar ocho. Este verano serán seis puesto que la ‘movida’ de las obligadas demoliciones y la urgencia en adjudicar los servicios así lo han motivado. Todo apunta a que en 2018 podrían ponerse más y también habría algunos cambios de situación ya que, comprobado está, en determinados sitios, como es Trenc, los chiringuitos alteran la evolución natural del ecosistema, viéndose sobre todo afectadas las dunas.

Tanto Demarcación de Costas (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente) como la conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Govern balear deberán o no dar luz verde a los quioscos que se quieran montar.

Derribos inminentes

La semana que viene el consistorio decidirá la empresa. Se invitó a nueve y, de éstas, ocho han presentado oferta. El dinero municipal reservado es de 220.000 euros. Se valorará precio propuesto, plazo de ejecución y momento, maquinaria adecuada.

Las demoliciones obedecen a una sentencia del Supremo por un caso de Islas Canarias (también por unas instalaciones fijas), y es de aplicación a nivel estatal. Los chiringuitos de Campos se impulsaron en los años noventa y se convirtieron en la gallina de los huevos de oro del consistorio.