El cicloturismo es un buen negocio para los bares y cafeterías de Sóller, Andratx, Escorca y otros municipios de la Serra de Tramuntana que cada día atienden a decenas de visitantes que llegan exhaustos y ávidos de comida y bebida después de una jornada de pedaleo.

Muchos propietarios de cafeterías y restaurantes coinciden en algunos aspectos relativos al cicloturismo. Uno de ellos es que el número de ellos, que cada año crece, hace que se generen buenas cajas en primavera y en otoño. Restaurantes como el Coll de sa Bataia, en Lluc, obtienen un 80% de su caja diaria merced a cicloturistas y senderistas en esa época del año, según manifiesta Joan Vallori, propietario del mismo.

Otro de los aspectos coincidentes es que a pesar de que estos turistas de bicicleta se amoldan paulatinamente a la gastronomía local hacen que estos establecimientos ofrezcan también una serie de platos más adecuados al esfuerzo físico. Así algunos de ellos indican que han introducido en sus cartas gran variedad de tartas "pues es lo que más piden", dice Vallori.

Vicente Olivares regenta la cafetería Es Planet, en plena plaza de la Constitución de Sóller, donde en esta época centenares de turistas aparcan sus bicicletas al lado de farolas, árboles o bancos para reponer fuerzas. Para Olivares, el cicloturismo "es un buen negocio" para el sector "porque si viene un grupo, además de llenarte la terraza te arreglan el día".

Buen cliente

Este empresario asegura que los ciclistas son clientes que "hacen gasto" en los bares "porque suelen hacer buenos pedidos". Además de un café con leche, suelen tomar tarta, refrescos y bocadillos. Si la llegada de estos visitantes sobre dos ruedas se produce por allá al mediodía, los cafeteros de Sóller pueden tener mejor suerte "porque seguro que almuerzan". Los platos preferidos suelen ser la pasta o las hamburguesas, porque "es un cliente que por regla general tiene poder adquisitivo y no suele privarse de comer, hacen gasto".

La temporada de cicloturismo en Sóller abraza desde el mes de marzo hasta mediados de mayo. A pesar de los inconvenientes que suelen generar al resto de usuarios de la carretera, en el sector servicios del valle el turista que viene a practicar el ciclismo por las carreteras de la Serra de Tramuntana es muy bien recibido. "Es un cliente que interesa y que hay que mantener", concluye Vicente Olivares.

Lugares pintorescos

El cicloturista busca lugares pintorescos en los que pararse a consumir, así la los pueblos de la Serra de Tramuntana son los más beneficiados. En el otro lado de la balanza están los establecimientos de las zonas de paso que reconocen que recogen parte del pastel, pero no en los porcentajes que aducen los propietarios de establecimientos de la Serra.

Maria Oliva, empleada del Café de sa Plaça, de Moscari, explica que "muchos ciclistas que vienen de los hoteles de la bahía de Alcúdia en dirección a Lluc se paran para tomar café con leche, capuchinos o cervezas. No es que sea un porcentaje muy alto de negocio, pero todo ayuda. Evidentemente se nota algo" en la caja del día. En este mismo sentido se expresan propietarios de establecimientos de pueblos como Muro, Maria o Pòrtol