El pueblo de Porreres despertó ayer con el reparto de un escrito anónimo racista. En el punto de mira de este polémico comunicado están los marroquíes. Y en especial, la nueva mezquita que han construido en la zona del instituto y el campo de deportes.

Cabe recordar que, en 2015, ya hubo gran controversia por la iniciativa anunciada por la asociación islámica local, presidida por Ahmed Zahraoui, de trasladar su mezquita, de un inmueble alquilado en la calle Pare Molina (junto a sa Sitra) a un solar comprado en la calle Jaume II, donde habilitarían su nuevo lugar de oración y encuentro. Vecinos expresaron su oposición a este cambio y finalmente, un empresario accedió a una permuta con sus terrenos situados al lado del complejo deportivo de ses Forques y el instituto. Ya entonces, la comunidad musulmana lamentó el racismo "de unos pocos", abogó "por el respeto, la tolerancia e información, hay que saber lo que es un árabe, musulmán, moro, etc, y conocer el corán" y puso una nota "de un 10" a la solución alcanzada.

En dicho escrito repartido ayer, se denuncia la presunta falta de permiso para las obras de la nueva mezquita y la presunta ausencia del celador. A su vez, se cuestiona la actitud de la alcaldesa y se pregunta: "¿A dónde hemos llegado? ¿Habéis pensado cómo será el pueblo dentro de un par de años? ¿Cómo puede ser que de ayudas ganen más que nosotros de nuestra propia nómina? ¿Es esto sostenible?". En esta línea, se llega al extremo de decir: "Se estaba mejor sin ellos. En el pueblo no nos resulta grata su presencia".

Por su parte, la alcaldesa, Xisca Mora (El Pi), en su Facebook escribió que optó por no entrar en consideraciones ni contestar a una carta anónima, si bien se puso a disposición de ciudadanos y entidades para escuchar puntos de vista y resolver cualquier duda.