Tres décadas de formación al servicio de la educación, sea cual sea la edad. Las Escoles Velles de Son Servera acogió este jueves el acto de clausura del decimotercer curso de la Escuela de Adultos del municipio. El acto contó con la presencia de muchos de los antiguos profesores y alumnos del centro, así como de los políticos que durante este tiempo han estado al frente.
Se pudieron visitar diversas exposiciones de los trabajos realizados durante el curso y una retrospectiva de los 30 años de historia. El acto comenzó con unas palabras de recuerdo de la regidora de Servicios Sociales, Dori Moreno, y finalizó con las de la alcaldesa Natalia Troya (PSOE), que tuvo un recuerdo para todo el personal.
Los servicios educativos municipales comenzaron a andar en 1986, cuando Llorenç Ferragut era regidor del Cultura de un gobierno popular encabezado por Francisco Barrachina. Aquel año se contracto a un pedagogo para poner en funcionamiento el servicio de orientación Educativa (SMOE), cuya función inicial era dar respuesta a las necesidades educativas que no estaban cubiertas, muy relacionadas con el fracaso escolar.
Las mayor parte de las intervenciones se realizaban en las aulas, prestando atención individual o trabajando con alumnos con necesidades educativas. Poner en marcha este servicio municipal no fue fácil, recuerda Ferragut, "Fue una aventura un poco arriesgada; tuve en contra hasta a compañeros del mismo partido, aunque después me apoyaron", recuerda. Ello supuso que poco después iniciara sus cursos la Escuela de Educación para Personas Adultas,. Lo que permitió que las personas mayores de 16 años retornasen a la aulas de formación después de haberlas dejado. Esto permitió a mucha gente, aprender a leer y escribir, a sacarse el graduado escolar o simplemente calmar su inquietud por aprender. Aquellos años se impartían muchos cursos académicos. El de 1988-89 cuando se inician los cursos de formación ocupacional en colaboración con el Inem.
Todo ello ocurría al tiempo que se incrementaban los cursos y talleres de carácter sociocultural, pintura, cerámica, restauración, punt mallorquí, etc. Hoy la colaboración con la conselleria de Educación, a través del CEPA de Artà, permite al centro continuar con la formación académica.
En 1990 organizó la primera 'escoleta' de verano, un proyecto innovador ya que en aquellos momentos solo se realizaba en dos municipios más. Con el paso del tiempo los servicios se han ido adaptando a los cambios educativos, tales como las intervenciones escolares, que ahora se limitan al asesoramiento psicopedagógico a las familias, realizando intervenciones en aspectos emocionales.
Otros de los proyectos que actualmente se ofrecen en el centro son la ludoteca municipal, el servicio de escoleta matinera y la Universitat oberta per majors (UOM). En tres lustros, ha habido muy buenos momentos, pero también algunos difíciles. La escola d'adults, que es como coloquialmente se le conoce, fue una familia que contó con la implicación de profesores, alumnos y técnicos, algunos llevan ya muchos años, es el caso de la actual técnica Antonia Miró, quizás esta perseverancia en el buen hacer de todos haya permitido llegar tan lejos y con éxito.
La familia de los servicios educativos ha crecido y se ha adaptado a los nuevos tiempos y a las necesidades sociales. También en sus aulas se formaron parejas, no solo entre alumnos o se dio a conocer la vertiente teatral de aquellos más osados.
