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Lletra menuda: La tasa del paisaje y la vista panorámica, por Llorenç Riera

En principio uno tiene la idea de que una ordenanza para regular estacionamientos cumple su finalidad en lugares urbanos de gran concentración humana y con un parque móvil denso. Sin embargo, en la Mallorca uniformada por los conceptos y los usos turísticos no es así. El problema de aparcamiento que afecta a la isla no se circunscribe a Palma y a las principales poblaciones, llega también a la playa, al paisaje y a la vista panorámica porque la isla de ocio también es una proyección al natural desde la ventanilla del coche.

De este modo se explica que, en época de sobreocupación, el municipio menos poblado y con una extensión de 139 kilómetros cuadrados, se vea obligado a establecer la ORA. Padece y disfruta al mismo tiempo del encanto de Lluc, sa Calobra y Tuent, con el plus añadido del patrimonio de la Humanidad reconocido para el conjunto de la serra de Tramuntana que le cobija. Es un gancho que tiene su coste y sus peligros. Hay que pagarlos. De momento, llega el estacionamiento controlado y con tasa a sa Calobra y Cala Tuent y los turnos de autocares, limitados a 35, también para sa Calobra. En una segunda fase, la ORA puede llegar a Son Massip, es Guix y Lluc.

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