Jaume Sureda Massanet nunca imaginó que su instituto, el IES Puig de Sa Font de Son Servera, le daría tal sorpresa, y que sus alumnos le harían famoso en todas las redes sociales, con una despedida a la altura de los grandes docentes, de aquellos que dejan huella.

P ¿Cuánto tiempo lleva dando clases?

R Treinta y seis años. Los tres primeros en varios centros privados y el resto, en la enseñanza pública. He pasado por varios colegios como Sant Ferran de les Roques en Formentera, Artà, Sant Llorenç y finalmente en Son Servera.

P A su Son Servera natal

R Sí, empiezo primero en el Jaume Fornaris i Taltavull en1991, donde ejercí durante seis años; después, una vez se hubo construido el IES Puig de Sa Font, me trasladé al centro de secundaria y allí permanecí hasta el día de hoy... con un sentimiento de mucha gratitud.

P Eso se ha visto en las redes sociales. Aquí se nota que le quieren.

R Me alegré mucho de regresar, fundamentalmente por dos razones: La primera porque venía a trabajar al pueblo que me vio nacer y crecer, y a cuya gente yo amaba. La segunda por poder enseñar a sus nuevas generaciones de alumnos... sin duda una gran responsabilidad. Pero tengo que decir que durante estos 26 años me han parecido como un solo día, desde el amanecer hasta el ocaso.

P ¿Y durante ese ´día´, qué ha encontrado por el camino?

R De todo, ha habido alegrías, tristeza, emociones... las últimas ahora al tenerme que despedir; pero también muchas satisfacciones. Son Servera tiene muchas cosas positivas, somos receptivos. Hemos tenido entre nosotros a gentes diferentes de otras culturas que nos han enriquecido a todos. También los centros de enseñanza han crecido rápidamente, basta ver lo que eran las escuelas viejas en Son Servera, que se han convertido en este gran centro de enseñanza que es el Jaume Fornaris, al que se ha unido el instituto de secundaria. Yo todavía recuerdo cuando una maestra, Magdalena Jordà, ejercía sola en Cala Bona, ahora esta todo un centro como es Na Penyal.

P ¿Son Servera es un ejemplo de municipio turístico integrador?

R Sí, Son Servera como núcleo turístico ha crecido mucho demográficamente en las últimas décadas, y esto, al igual que en otros lugares turísticos, implica un crecimiento también en las aulas donde se tienen que formar nuevas generaciones de diferentes culturas.

P ¿Le ha resultado más complicado?

R Se hace difícil, claro. Todas las personas estamos acostumbradas a unas comodidades, que al fin y al cabo son fruto del turismo, que ha masificado estas zonas, pero que también ha reportado un bienestar indiscutible. Muchas gente dejó sus raíces para venir aquí y formar una nueva sociedad, ni mejor ni peor, la que tenemos, con la que tenemos que convivir y apoyar. El docente es la figura que puede ayudar al alumno que llega de otra cultura a integrarse en la sociedad. Hay que pensar que mucha gente de la que venía, y yo lo he vivido, lo hacía "amb ses mans damunt es cap". A mi me alegra mucho ver que esta gente se ha formado, trabaja y participa de nuestros actos o fiestas populares. En ese momento, pienso que se ha hecho un buen trabajo.

P ¿Que le diría a un joven que llega por primera vez al instituto?

R Que no pierda el tiempo, que observe. Nunca se había exigido tanto a la gente joven como ahora, tienen que estar bien preparados en todos los campos. Pero que tampoco se ofusquen, sino pueden conseguir su objetivo en los estudios, pues valdrá para otros campos y seguro que será un gran profesional. Lo que realmente cuenta, no es formar a gente como bibliotecas que caminan; no, eso no se demanda... hay que formar a buenos profesionales en su campo, sea el que sea.

P ¿Qué se puede hacer para luchar contra el fracaso escolar?

R El fracaso escolar está ligado a otros factores, sociales, políticos, que condicionan mucho económicamente. Hay que buscar cómo motivarles para que estudien más. Lo importante es motivar al alumno para que responda y vaya a más, nada conseguiremos si no se actúa. La pregunta es, qué tengo que hacer para motivar a los alumnos.

P ¿Tanto cambio de legislación influye en la enseñanza?

R No es nada bueno. Si yo me dedicara a recoger todas las siglas de los proyectos de leyes de enseñanza que he vivido, me asustaría. Cada partido que accede al poder quiere hacer su proyecto de educación y eso no es bueno.

P ¿Y entonces qué hay que hacer?

R Contar con todas las partes afectadas: docentes, alumnos y padres; y las visiones de técnicos y políticos. Hay que buscar entre todos un diálogo y un consenso. Sin eso, y solo con la prepotencia de unas siglas políticas, jamás se hará una buena ley de Educación. Los estados que han triunfado, son los que han conseguido un consenso en la búsqueda del modelo de sociedad que se quieren ofertar.

P Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero después de su calurosa despedida, algo debe de tener usted.

R No creo... "donde fueres haz lo que vieres"; tienes que adaptarte al pueblo y a su gente, creo que no es el niño que llega quien se tiene que adaptar al profesor, sino al revés. Y no sólo eso, también darles lo mejor que tenemos. Cuando entras en el aula tiene que haber todo el respeto del mundo entre alumno y profesor, y es difícil a veces, pero con una dosis de tranquilidad y paciencia se acaba ganando.

P ¿Como fue su último día de clase?

R Era un viernes como otro cualquiera. No había planificado nada, me tuvieron engañado todo el día. A las diez de la mañana en la primera clase, un grupo de alumnos me había preparado una pequeña fiesta de despedida en el aula, lo que me pareció lógico. Y seguí trabajando hasta las doce, que fue cuando vinieron a buscarme a clase... y empezó la fiesta de despedida, muy emotiva sobre todo por el trabajo que habían realizado los alumnos junto con profesores y tutores. Los escritos que me entregaron, muchos, tantos que aún no he podido leerlos todos. También el hecho que los alumnos del taller de compensatoria me obsequiasen con una caja de madera en forma de libro para que los pudiera guardar todos... lograron emocionarme de verdad.

P ¿Se imaginaba que su despedida iba a tener tanta repercusión mediática?

R Nunca jamás, yo había pensado en irme discretamente. De hecho solamente tenía pensado invitar a un almuerzo a mis compañeros al finalizar las clases. Al final me vi envuelto en una gran comida y fiesta de despedida.