Los ayuntamientos de Santa Maria, Bunyola y Marratxí rendirán homenaje a Honorat Tries y Jaume Tries, en Baix des Puig. Se les conoce como los 'Norats' y fueron unos fugitivos del franquismo que ahora reciben el reconocimiento de la democracia.

Entre 1936 y 1949, Honorat Tries y su hijo Jaume Tries vivieron en los bosques de la Serra de Tramuntana huyendo de la persecución franquista. El padre, de ideas comunistas, y el hijo, socialista, fueron perseguidos por falangistas tras el golpe militar y tuvieron que marcharse de su casa de Santa Maria tras el estallido de la Guerra Civil.

Se escondieron en los bosques de Coanegra y la Comuna de Bunyola, aunque durante los trece años que permanecieron escondidos recorrieron muchos otros parajes de la serra de Tramuntana, principalmente entre los municipios de Santa Maria, Bunyola y Marratxí, escapando de las batidas de falangistas que los perseguían. En 1949 pudieron finalmente huir a Algeria.

Honorat y Jaume Tries sobrevivieron gracias a la ayuda de numerosas personas, sobre todo de Santa Maria y Bunyola. Sus peripecias por sus bosques permanecen todavía hoy en la memoria popular y en el recuerdo de numerosos vecinos, cuyos familiares les prestaron ayuda. Su historia de supervivencia en las montañas fue guardada en secreto durante décadas por muchos de los que les ayudaron dejándoles comida y otros suministros en lugares acordados.

Carboners, calciners, traginers, leñadores, amos de possessions, familias enteras... fueron sus aliados y a pesar de los numerosos intentos del poder franquista por capturarlos, nunca lo consiguieron, lo que contribuyó a convertir la de los 'Norats' en una historia casi legendaria. "Sin ayuda, no hubiésemos resistido", declaró años después Jaume Tries, que tras su exilio terminó sus días en Santa Eulària des Riu (Eivissa).

Casi 80 años después, los consistorios de Santa Maria, Bunyola y Marratxí se han unido para rendir homenaje a los 'Norats'. Lo harán el próximo 8 de abril en un acto que se celebrará en Baix des Puig, la aldea situada entre Santa Maria y Bunyola, donde se ubicará un monumento en su memoria. Cada consistorio aportará un elemento al acto: Bunyola, la ubicación; Santa Maria, la roca central del monumento, que ya se trasladó a Baix des Puig hace unos días; y Marratxí la placa que se instalará. El acto pretende ser un homenaje y un recordatorio de su vida y, por extensión, de los represaliados por el franquismo. El acto se completará con otras actividades como la proyección de un documental.