La nueva ordenanza cívica del municipio de Llucmajor debía empezar a aplicarse la temporada pasada, si bien los obstáculos con los que se topó el vecino ayuntamiento de Palma con su documento han demorado todo el proceso. Gori Estarellas (PSOE), concejal de Convivencia ciudadana y Policía Local, anuncia ahora la intención de finalmente elevar la revisada ordenanza al pleno del mes de abril. A continuación habría plazo para la pertinente exposición pública y, de no surgir contratiempos, entraría en vigor en junio. Precisamente junio es el mes que genera más temores al Ayuntamiento puesto que se celebran muchas y alocadas fiestas de fin de curso con protagonismo de jóvenes en s´Arenal. Botellón, ruidos y suciedad son, cada año, objeto de queja. Policía Local y Guardia Civil están al corriente de la nueva ordenanza, que contemplará sanciones de hasta 6.000 euros, según revela el regidor Estarellas.
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