La iglesia de Sant Antoni Abat de sa Pobla acoge un órgano con 300 años de historia que ha pasado por diversas vicisitudes hasta su restauración. En los años 80, el instrumento estaba condenado al silencio y se encontraba en un estado de conservación pésimo. La realidad actual es muy distinta.
Nos adentramos en su pasado para entender cómo sucedieron los hechos. Según explicaba el cronista oficial de la Vila, Alexandre Ballester, "ya en el año 1960 (el órgano) sonaba mal, trompetería estropeada, fallaban los registros, las manxes sonaban inmóviles. El gran órgano parecía destinado a la lenta muerte de los héroes encarcelados", expone en L'orgue parroquial de sa Pobla.
De hecho, la parroquia de sa Pobla adquirió un nuevo órgano electrónico, un hecho que hacía entrever la muerte definitiva del órgano tradicional. No fue hasta el año 1976, en plena época de transición de la dictadura a la democracia, cuando se empieza a hablar de la restauración del órgano histórico.
Restauración
Cuando empezó a calibrarse la posibilidad de rehabilitar la emblemática pieza musical ubicada en la iglesia de sa Pobla, se encarga al constructor de órganos Gerhard Grenzig, que hiciera el que sería el primer presupuesto de la restauración.
El 17 de octubre de 1978, en una reunión de la Obra Cultural Balear, se empieza a hablar de la conveniencia de restaurar el órgano. Durante esos años se estudia el presupuesto de Grenzing y hubo visitas de organistas.
Destacó el interés de un organista francés, que en 1980 pidió autorización para ver el órgano de sa Pobla. Las palabras de alabanza del instrumento seducen al rector de la época, Joan Perelló. Se empiezan a comunicar socialmente las posibilidades sonoras magnificentes del órgano.
Es así como a finales del año 1980 se crea la comisión de la restauración del órgano, formada por Joan Perelló, Bartomeu Siquier, Antoni Torrens, Antoni Caimari y Vicenta Asius. Se abre en todas las entidades bancarias una cuenta a favor de la restauración del órgano para que puedan ingresar sus donativos y en 1981 se firma el contrato con Grenzing para la restauración de la cadireta, que se estrenó en diciembre del 1982 con un concierto del ahora reconocido organista pobler Miquel Bennàssar Bibiloni. En los años posteriores llegaron donativos de distintas entidades.
Según las notas del constructor y restaurador Gerhard Grenzing, "el órgano de sa Pobla ha sido, conjuntamente con los instrumentos dels Socors i Sant Jeroni de Ciutat de Mallorca, y el de la parroquia de Petra, uno de los mejor conservados en el sentido de la pureza de estilo". Grenzing ha trabajado medio siglo recuperando instrumentos de la isla.
Según sigue informando el mismo Grenzing, "el autor de esta obra de arte es de la familia y escuela de los Caymari, alrededor del primer cuarto del siglo XVIII", afirma.
Estilo arcaico
El organero Grenzing también confirmó que el órgano de sa Pobla había sufrido un "desgaste natural de dos siglos y medio".
Según una información publicada en las III Jornadas de Estudios Locales de sa Pobla, el organista Miquel Bennàssar informó de que a pesar de que el año de construcción del órgano fue "en el primer tercio del siglo XVIII (1717-1719)", el instrumento "presenta unas características muy arcaicas".
Después de un proceso de restauración que se inició en la década de los años 80 para revertir la degradación que sufría el histórico instrumento, el órgano de sa Pobla vuelve a lucir actualmente con todo su esplendor estético y musical. La localidad celebrará la efeméride con orgullo.
