El famoso petirrojo de Orient ha volado a tierras lejanas. Se ha marchado el mismo día que se estrenó la primavera. Su migración era un hecho esperado por su amigo Pascal Vaugon que confía en que "volverá".

Lo cierto es que Rupit será echado de menos, no solo por Vaugon, que disfrutaba de su canto y compañía cada día, sino por sus cientos de seguidores en las redes sociales, que todas las mañanas celebraban las fotografías y andanzas del petirrojo.

El pequeño pájaro que supo ganarse tantos corazones, se convirtió en un vecino ilustre de Orient. Su leal amistad con Vaugon, publicada por Diario de Mallorcade , conmovió a muchos internautas que agradecían la "bonita historia" que "desintoxica un poco del detritus de la política y otras putrefacciones".

Su ausencia deja un vacío, pero también recuerdos alegres y muchos dicen que ya cuentan los días para el reencuentro. Será con seguridad durante el invierno, cuando petirrojos provenientes del centro y norte de Europa llenan cada rincón de nuestras islas. Los primeros ejemplares llegan en septiembre y el mejor periodo para observarlos es entre noviembre y febrero.

Tal y como lo ha demostrado Rupit, algunos ejemplares son verdaderamente confiados y permiten la presencia humana muy cercana, no obstante, los expertos recomiendan que no los molestemos en demasía y permitamos que sigan confiando en nosotros.